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¡Creía que era mentira! (la columna de la ex)
Ella pensaba que el jugador le había mentido o que escondía algo de su sueldo.
Habíamos pasado de ganar el sueldo básico al gran sueldo. Estábamos en el equipo grande, el mismo que te imaginas. Sus buenas actuaciones nos trajeron a Guayaquil.
Y como ganaba algo más, era hora de tener a nuestro primer bebé, por cierto ahora ya tiene 20 años.
Cuando me fui a hacer chequear a los dos meses de estar embarazada, me dijeron en la institución médica que mi marido (jugador de fútbol) no estaba afiliado al IESS, que no había señal de que estaba pagando las aportaciones.
Pensé que “mi amor” me estaba mintiendo y que ocultaba algo. Le hice un reclamo que hasta nos dejamos de hablar por una semana, yo aseguraba que estaba en algo chueco con su sueldo, claro, qué más podía pensar.
Él aseguraba que sobre dinero no me estaba mintiendo, pero no entendía qué pasaba.
Pasaron los días y una amiga, esposa de otro jugador, me dejó en claro todo, los jugadores del equipo grande no tenían aportaciones del Seguro Social, y por eso no podían atendernos como debían.
Pensé que me estaba mintiendo, pero era la gran verdad. Le descontaban los aportes, pero estos no se veían reflejados.
Al final de todo, mi marido me dio el dinero para que pueda dar a luz en la Maternidad de Guayaquil. Todo salió bien, pero nos quedó la espinita de dónde se iban los descuentos de dinero. Eran otros tiempos, donde reclamar eso era cuestión para que lo vean mal.
Al final, pedí disculpas por pensar mal de él, pero creía que estaba en algo raro o no quería que sepa lo que él ganaba.
De lo que sé, ahora las cosas han cambiado, pero en los años 2000 eran como les conté.