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Michael Arroyo dirigiendo un partido, un rato hablando con los policías.Jerson Ruiz

¡De no creer... Michael Arroyo, la suda como DT!

Demostró que también puede ser un entrenador muy sufridor.

Era el hincha más eufórico del equipo Naranja Mecánica de la segunda categoría del Guayas, pero en realidad es jugador de ese plantel y estaba en una versión que pocos conocen, era un entrenador muy bravo que desde las gradas empujaba, diría, se lamentaba, y hasta se enojó cuando sus delanteros se ‘comieron’ dos goles.

El personaje era Michael Arroyo, el actual jugador de Naranja Mecánica, quien pasó por Barcelona, Emelec, Liga de Quito, América y más equipos.

Con su pelo pintado era una mezcla de Guillermo Almada, Gustavo Alfaro e Ismael Rescalvo, además tenía la forma de caminar de Fabián Bustos.

Michael Arroyo, no estuvo en la cancha, pero se puso a dirigir.Jerson Ruiz

No dejaba de moverse y le daba vivas a sus jugadores: “vamos ahora, sube, sube, dale, que ese es fácil de llevar” gritaba.

Daba la impresión que Arroyo era una versión mediática de como ser un entrenador de fútbol. Por ahora pasó la prueba.

“Sí, así, ponle fe, corre, estás solo, vamos por el segundo gol” lo gritaba con tanta seguridad y también se enojaba porque la jugada no salía.

FÚTBOL, SOL Y AGUA

Arroyo se mueve, le dan una botella de agua y como si fuera jugador se la echa encima de la cabeza, es para pasar el coraje del gol que se ‘comió’ un compañero.

En la tribuna están varios excompañeros de cancha, Óscar Bagüí, de Emelec, lo observa y disfruta, el español Juan Carlos Caballero piensa que uno más se ha unido a los entrenadores. Christian Maturana Aguirre lo está relatando para las redes sociales y dice que mejor es que vuelva a jugar, porque como entrenador está pasando mucho coraje.

Naranja Mecánica gana 1-0 a Everest, es el primer encuentro que se da entre ellos.

El árbitro dice que no va más, Arroyo aplaude a sus compañeros y emprende la salida, se va agotado, ha sudado y gritado más que cuando está en la cancha.

Saluda con varios amigos, ahora espera el próximo partido, pero quiere estar en la cancha.