Se sabe que la Copa del Mundo original que levantan los campeones sólo es entregada por FIFA para la respectiva premiación y fiesta a corto plazo. Luego, en apenas unos minutos, la vuelven a meter en una caja (fuertemente custodiada) y vuelve a la sede en Zúrich (Suiza). A la selección ganadora le entregan una réplica para que posteriormente pueda mostrarla en sus vitrinas, tal como sucedió en este último caso con Argentina. 

A dos semanas de la consagración en Qatar, fotos e imágenes despertaron la curiosidad de muchos: ¿con qué trofeo celebró el equipo de Scaloni ante la gente en el estadio de Lusail? ¿Hubo dos presentes en un mismo tiempo y espacio? ¿Una falsa?

Así lo narra diario Olé de Argentina al decir que todo comenzó a partir de las fotos de Fernando de la Orden, fotógrafo de Clarín y Olé. Desde luego, en una de ellas se lo veía a Messi -eufórico como el resto de plantel- festejando en andas, con el brillante y preciado trofeo en cuestión. ¿Era el original o ya una réplica de FIFA? Todo el mundo se hizo la misma pregunta, más que nada por la seguridad de la misma copa. Y el misterio se develó días más tarde a través de la publicación de una familia platense que viajó a Qatar para ver el Mundial.

Al primero que le llamó la atención esto fue al propio de la Orden. ¿Por qué? Según publicó Clarín, el fotógrafo llegó a escuchar una breve conversación que Fideo y el propio 10 tuvieron en medio de la alegría reinante. En ella, el hombre de Juventus le había dicho a Messi que él festejó con una copa imitación -y no de FIFA- y que la original estaba en su poder. Increíble pero real. ¡Dos copas en una misma celebración! ¡Y una falsa!

¿De quién era la otra si no era de FIFA? De los platenses Paula y Manuel, quienes se contactaron con De la Orden y contaron su historia. Ya tenían el símil trofeo desde días anteriores a la finalísima. Y lo llevaron escondido al estadio Lusail para el partido decisivo con Francia: "Llegó el día de la final y llevamos la copa al estadio guardada en la mochila para que no se vea. Después del último penal sacamos la copa y empezamos a festejar. En un momento pasa un familiar de Paredes y le gritamos que queríamos que Leandro nos firmara la copa".

Objetivo cumplido: Paredes se la llevó, paseó con ella en plena cancha, pasó también por otras manos de campeones y luego la firmó. Retornó brevemente a la pareja platense, pero el trofeo regresó dos veces más al verde césped para seguir el recorrido triunfal. Y, tal como se captó, Messi la levantó y alzó, pensando que verdaderamente era la original. ¡De no creer!