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Concentración de ‘cachos’... amores en tiempos de selección (La columna de la ex)
Casos de la vida real que le pasó a un jugador 'grillo' de los 90.
Eran tiempos de selección nacional, igual que ahora. A mi ‘amor’ lo habían convocado a la Tri, a la que por cierto en esa época -finales de los 90- no se la llamaba así.
Se concentraron en un hotel del centro de Guayaquil y pasó lo peor. Pero ahora puedo decir que eso me ocurrió por ‘acomedida’ con el amor de mi vida.
No había teléfono celular y en casa el día anterior se le habían quedado dos CD (discos compactos) de Vilma Palma e Vampiros que le gustaba escuchar antes de dormir. Eran como su cábala.
Se me ocurrió la terrible idea de ir a dejarle lo que él olvidó. Creía que sería un detalle, una forma de que él esté bien en su concentración.
Llegué y, cuando estaba en la recepción, vi que por la escalera bajaba ella, la chica que había sido su primera enamorada, la vecina de siempre, según él, a la que nunca le hablaba; pero yo tenía mis sospechas desde cuando me enteré de que le daba las camisetas de entrenamiento de su equipo.
Me quedé sorprendida, pero hice como si nada pasara. Por dentro la quería matar. Le pregunté al señor de lentes que estaba atendiendo si ella estaba hospedada y recibí la sorpresa de mi vida: tenía una habitación en el tercer piso. Uno más arriba de donde estaba mi marido.
Cosas de la vida, las sospechas que siempre tuve de mi esposo estaban confirmadas. Él la había llevado al hotel donde se concentraba la selección. También estaba ‘concentrada’.
Han pasado 21 años y lo perdoné, ya no tengo ese dolor en el alma. Él, como todo hombre, hasta ahora lo niega, pero lo que no sabe es que me costó 50.000 sucres, que le di a uno de los que atendían, saber quién le había pagado la habitación: él, mi ‘amor’, un ‘grillo’ de los años 90.