Exclusivo
Deportes
La columna de la ex: “Usaba más cremas que yo”
Cuando el joven jugador llegó al equipo grande, hasta las cremas comenzaron a estar presente.
Cuando se unieron, por cierto siguen unidos, nunca se casaron. El jugador usaba una cajita que tenía una crema blanca, eso era para el mal olor de las axilas, eso era todo el perfume que usaba (José).
Siempre decía que era el “macho-latino-castigador” de la casa, que basta con que no “apesten los sobacos”.
A finales del 2000, cuando su amor llegó a un equipo de Guayaquil, todo cambió...
En la habitación había una cajita de él, un perfume, un lápiz de labios y dos cremas para la cara de ella. 15 días después todo cambió.
Aquel viernes de febrero, pasó algo que casi les cuesta el matrimonio. Ella, al momento de sacar la ropa del bolso de su amor, se encontró con cinco cremas y dos perfumes sin usar. Hubo problemas. Lo primero que ella pensó es que todo eso era para ‘la otra’.
Y la verdad que nada de lo que ella pensaba era cierto. Luego de dos horas de gritarse, de amenazar con irse del departamento que el club le había dado al futbolista, cerca del Policentro, él pudo decirle la verdad.
Las cinco cremas eran suyas. Había descubierto que los varones también usan cremas, y todas tenían una utilidad.
Sus compañeros de equipo eran los “culpables” de aquella ‘moda’, y él también comenzaba a hacer lo mismo.
Una crema para la cara, otra para el pelo, la tercera para las manos, la cuarta para el cuerpo y la quinta era para que la “pezuña” nunca se instale en sus pies.
Y los dos perfumes eran para usarlos por las mañanas al llegar a los entrenamientos. Y el otro era para después de salir de las prácticas.
Al final se dieron un abrazo, claro que desde ese día, él tenía más cremas y perfumes que ella. La vanidad o moda vivía en el hogar de este habilidoso futbolista.