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Historias de la vida real de nuestro fútbol.Archivo

La columna de la ex: “Me celaba con el presidente”

Las cosas que uno se debe de enterar de boca de las doñas de los jugadores.

Mi exmarido ahora es un comentarista deportivo y cuando lo veo, por cosas de la vida, me sonrío de las tonterías por las que peleábamos. Creo que al final esas peleítas hicieron que cada cual haga su vida. Pero debo decirlo: el tipo es un buen hombre, buen padre, más o menos como jugador.

Resulta que cuando lo llevaron al equipo al que siempre soñó ir, me dijo que lo acompañe a la presidencia del club.

Fuimos de lo más normal. En esos años yo tenía lo mío, todo estaba bien puesto en su lugar, no como ahora que, después que me gustó la cola con pan, perdí la línea.

Aquel día él conocía al presidente. Créanlo, el tipo estaba guapo, muy lindo, bien puesto, pero nada más. El ‘presi’ me saludó amablemente y me dijo que yo estaba guapa; el halago lo sentí como para quedar bien, eso fue todo.

Pero cuando llegamos a la casa se armó el problema, me sacó celos con quien pasaba a ser su nuevo presidente y gritaba que yo me le “había ido de bola”. Al inicio yo me sonreía, pero después me quedé como loca. Ese discurso comenzó a hacerlo seguido, hasta un día que no aguanté más y me fui en busca del presidente. Tuve que esperarlo toda la mañana.

Cuando dije quién era, el presidente no se acordaba de mí, tuve que decirle que era la mujer de uno de sus jugadores. Llorando, le conté el problema; el tipo me abrazó y, qué pena, hizo algo que nunca imaginé: mandó a ver a mi marido, fue el momento más incómodo de mi vida.

Mi exesposo llegó nervioso. El presidente le habló serio, le dijo que deje la desconfianza y que tenía una buena mujer. Y le hizo prometer que en casa no me haga problema o lo sacaba.

Desde ese momento terminaron los celos en casa, gracias a un guapo presidente.