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La columna de la ex: ¿Guardaespaldas o alcahuetes?
Historias hasta ahora escondidas... que al final salen a la luz.
Cuando mi hermano llegó al equipo amarillo se volvió adefesio y mucho más cuando comenzó a ganar seis veces más de lo que le pagaban en su primer club.
Se hizo ‘lamparoso’ de la noche a la mañana, pero todo fue descubierto por su esposa Karol y más cuando andaba en la ‘grillería’, palabrita que no se la conocía en los años 2000.
Cuando dejó de ganar $ 400 en el equipo de la serie B y pasó a recibir $ 2.500, todo cambió para mi ñañito.
Se consiguió dos amigos, uno para que le maneje el carro y el otro para los mandados. Uno de ellos era el hermano de una ‘pelada’ con la que vacilaba en voz baja.
Andaba con ellos de arriba para abajo, se creía Neymar Jr., porque a la gente se los presentaba como sus guardaespaldas.
Los dos primeros meses mi cuñada se creyó todo, pero ‘se le durmió el diablo’.
Nada que eran el chofer ni el guardaespaldas, sino sus ‘panas’ de las escapadas donde unas ‘amigas’ que tenían. ¡Sinvergüenzas!
La gente siempre anda viendo lo que no debe, hasta que un día lo descubrieron. El carro estaba bien parqueado en la casa de esa chica, en una ciudadela del norte de Guayaquil. El supuesto chofer era el primo de la ‘pelada’ y el cuidador era su ‘cuñado’, o sea el ñaño de la novia.
Aquel día estuvo a punto de terminar la relación, de decir adiós para siempre, pero ella lo perdonó con una condición de color verde (don dinero entró a la cancha). Para que la ‘doña’ no se vaya de la casa, al famoso futbolista le tocó aprender a manejar el carro y decirle ‘chao’ a los supuestos chofer y guardaespaldas.
Cositas de nuestros jugadores cuando ganan más billete y se ‘alocan’.