Exclusivo
Deportes

Historias de la vida real de nuestro fútbol.Archivo

La columna de la ex: ¡El alcahuete de mi jugador!

Cosas reales que pasan en nuestro fútbol, ellas lo dicen todo.

Mi marido, sí, porque todavía lo es, tiene fama de tacaño y lo es. A ver, es tacaño con sus amigos y compañeros, pero en casa de comprar compra, aunque no es que sea mano abierta.

Ahora es comentarista deportivo, bueno, no daré más detalles... Resulta que en los años 2000 estaba en su última etapa como jugador del equipo amarillo, sí, el rival de Emelec.

Nunca olvidaré que aquella tarde me llamó Melissa, la mujer del compañero de mi esposo. La verdad es que no éramos amigüis, solo sabía que su marido era pana del mío.

Sucede que mi esposo ganaba más dinero que todos y al amigo, que tenía una novia que vivía en Urdesa, no se le ocurrió otra cosa que mentir a su favor. La chica se había ilusionado con él y lo llenaba de regalos, desde reloj, camisetas importadas y hasta un tocadiscos (para los ‘pelados’ que no saben de esto, era un aparato que servía para hacer sonar los discos de música).

Para ‘salvarse’, al compañero de equipo no se le ocurrió otra cosa que decir que su amigo que ganaba más dinero le daba los regalos, que era buena gente, que la generosidad le salía por los poros, que era un Papá Noel todo el año, en especial aquel 14 de febrero que habían llegado de la pretemporada y supuestamente él le regaló la mamá de la mamá de los relojes.

Yo, que sabía que mi marido era tacaño, no dije nada. Pero cuando llegó a casa le dije lo que estaba pasando y ahí ardió Troya.

Un día después, el “grillo” jugador le explicó lo que ocurría y que usaba su nombre para cubrirse. Todo fue descubierto cuando la doña afectada se enteró que mi marido, el supuestamente generoso, era tacaño... y se acabaron los regalitos.