Estaban emocionados. Después de 742 días los hinchas de Barcelona volvieron al estadio para vivir una Noche Amarilla. Era una ‘cita especial’, a la cual Jefferson Sánchez asistió en compañía de su ‘pana’ y cábala en los partidos del Ídolo, una réplica de Chucky.

Con el muñeco diabólico amarrado con una cuerda sobre su cuello, Jefferson ‘desfiló’ por la avenida Barcelona, oeste de Guayaquil. En ese momento fue la sensación de los fanáticos amarillos, al punto que se le acercaban para tomarse fotografías con Chucky.

“Me lo compré en 2018 en Estados Unidos. Se ha convertido en mi amuleto porque nunca ha perdido Barcelona cuando lo he traído. Ya en las gradas lo conoce todo el mundo y siempre me lo piden para tomarse fotos”, dijo entre risas el guayaquileño.

‘Cachulearon’ por entradas

Francisco Parra y su pana Daniel Pin no tenían dinero para comprar las entradas para la Noche Amarilla, por aquella razón se pusieron a vender gafas en los exteriores del estadio torero. Al final, sacaron hasta para tomarse un par de bielas.

“Teníamos que venir. La Noche Amarilla es una fiesta y desde el 2020 que no podíamos vivir una en el estadio por la pandemia. No me importó ponerme a vender gafas, las conseguí a crédito. Saqué para las entradas y hasta para el guatallarín a la salida”, indicó Parra.

La fiesta amarilla

Antes de que saltara a la cancha el plantel principal de Barcelona, un show de luces calentó el ambiente y con un video rememoraron su historia, que se proyectó delante de un muñeco inflable en forma de cóndor.

Después del espectáculo, los jugadores fueron presentados. A pesar de las críticas recibidas por el final de la temporada 2021, Fabián Bustos sí tuvo una ovación de la hinchada.

Luego, el que se robó los aplausos fue Byron Castillo, quien fue presentado como el mejor lateral derecho de la Copa Libertadores 2021.

Emmanuel Martínez fue el segundo que ocasionó un estallido en las gradas. Pero lo bueno estaba en el final, Damián Díaz, por su historia y el idilio que tiene con la hinchada, fue el encargado de hasta hacer que enciendan el fuego de la tarima del centro del campo.

Pero faltaba por ingresar Carlos Tévez, quien vistió con un traje de boxeador de color gris.

Ya en el partido, el Apache mostró su característico carácter fuerte. Tras recibir una falta de Jean Humanante, volante de Guayaquil City, el argentino se ‘picó’ y fue en busca de su revancha. Le hizo una falta por detrás.

Los goles se quedaron en el primer tiempo. Barcelona abrió el marcador por medio de un penal cobrado por Damián Díaz al minuto 25. A pesar de la superioridad, Guayaquil City manejó las acciones del partido y lo empató con un tanto de Cabeza de Miguel Parrales al 42´.