César Farías es el hombre del momento en el fútbol ecuatoriano y no precisamente por ser el vigente campeón de LigaPro.

El estratega del Aucas, que protagonizó una gresca el pasado domingo cuando agredió a los jugadores Juan Pablo Ruíz y Brian Oyola, del Delfín; contó su versión de los hechos y cómo se defendería de la sanción que recibirá esta semana por el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Guayaquil.

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“En las imágenes que se han sacado no se ve el momento del impacto. Recibo un golpe en el rostro y un rodillazo. Eso me hizo levantarme e ir sobre el jugador Juan Ruíz en una reacción primitiva, pero fue un agarrón y empujón, más allá de mis gestos detestables”, mencionó el venezolano, que ha dado múltiples entrevistas en la semana.

“No me siento cómodo con eso ni con lo que sucedió... pero no le di a nadie. Confío que mi sanción sea justa” y hasta agregó que en los jugadores del Delfín “había simulación”.

El exseleccionador de Venezuela y Bolivia alega que su reacción se debe a supuestos insultos xenófobos, propinados por jugadores cetáceos. Sin embargo, de ser cierto, el hecho no afectaría la suspensión desde dos meses a un año a la que está expuesto, según el artículo 194 del Código Disciplinario de la FEF.

“La sanción a César Farías no se ve afectada, ese hecho no atenúa su responsabilidad. Lo que sí pasará es que habrá una sanción para esos jugadores”, afirmó el jurista deportivo Celso Vásconez.