Con rostros de cansancio por el largo viaje desde Omán, pero con la felicidad de haber alcanzado las primeras medallas de oro para el país en un Mundial, los marchistas tricolores arribaron el miércoles 9 de marzo a Quito.

Glenda Morejón, quien obtuvo la presea dorada en la prueba de los 35 kilómetros, encabezó el grupo en la salida de la terninal aérea.

Se emocionó al ver a sus padres, Luis y María, quienes le recibieron con un fuerte abrazo. Destacó su felicidad por alcanzar este nuevo logro en su carrera y en una distancia en la que debutaba.

También se registraron aplausos de viajeros y personas que esperaban a familiares en el arribo internacional del aeropuerto.

Javier Cayambe, uno de los entrenadores de la delegación nacional, que conquistó el oro en equipos masculino y femenino, en los 20 y 35 kilómetros, enfatizó la importancia del gran grupo que se formó.

"Regresamos con la satisfacción de la participación histórica de los chicos. Demostramos que Ecuador es una potencia en la marcha, hay gran presente y futuro", señaló el especialista.