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El héroe del partido, Javier Burrai sobre los hombros de sus compañeros.API

Burrai sobre Barcelona: "Un fenómeno social similar a Boca o River"

¿Quién es el arquero del Barcelona? EXTRA desempolvó una entrevista para que conozcan más de cerca al ser humano que tiene el ídolo en el arco

Siempre se habla cuando las cosas pasan, pero hablar del futuro lo hacen pocos.

El hombre de moda es Javier Burrai, el arquero de Barcelona, llegó a Guayaquil la última semana de diciembre del 2019. Un año después es campeón de la LigaPro en una noche memorable, donde tapó dos penales a Liga de Quito.

Burrai es poco de dar entrevistas, sin embargo, EXTRA desempolvó una conversación que tuvo con el arquero cuando recién llegó al ídolo y estaba con vida su padre Oscar. 

Javier Nicolás Burrai tiene 30 años y como buen argentino es un ‘loco’ por el fútbol y un apasionado por los asados. Su segundo nombre es en honor a la localidad donde nació, San Nicolás, en el gran Buenos Aires. 

Sacarle unas palabras es tan complicado como anotarle goles. Protege bien su intimidad. Prefiere que sus actuaciones en la cancha ‘hablen’ por él, como lo ha hecho desde 2018 cuando llegó a Macará. El golero abre las puertas de su hogar y, entre la preparación de una picaña, cuenta detalles de su vida. Su novia Florencia, a quien conoció hace 12 años, asegura que Javier tiene todo para ser un gran chef.

Él sonríe mientras continúa con su técnica de asado, enseñanza de su padre Óscar (fallecido).

A conciencia la respuesta, ¿eres mejor en la parrilla o en el arco?

Me han dicho que en la parrilla soy bastante bueno. En el arco trato de dar lo mejor de mí, de aportar todo lo que pueda. En la parrilla, cuando me toca hacer o colaborar, también aporto todo, igual que en el arco.

¿Desde cuándo en la parrilla?

Desde hace poco, porque en la casa de mi viejo (papá) él era el dueño de eso. No dejaba que la tocara su hijo. Él sí es bueno. Hace cuatro años comencé a experimentar y en 2019 pusimos un restaurante que teníamos en Ambato. Ahora con mi novia, cuando nos dan ganas, hacemos un asadito.

Javier Burrai y su padre Óscar quien lo entrenaba desde los seis años.Cortesía

¿Cómo empezó su inclinación por el arco?

Desde los cinco años, con mi padre, me gustó el arco. No fui el golero que primero quiso hacer goles, desde siempre me incliné por ser arquero. Es una pasión que traigo desde muy chico.

¿Siempre se ha manejado con perfil bajo, calladito?

Me he manejado así, como lema ha sido ‘trabajo y trabajo’. Tener humildad y equilibrio; no creerse ni tan bueno si me va bien, ni tan malo si tengo un día horrible. Soy perfil bajo, tranquilo, entre menos se hable de mí, mejor; si hablan de mí, que sea por lo que hago en la cancha.

Usted pasó de la tranquilidad de Macará a la locura de Barcelona.

Es un cambio grande. Trato de estar lejos de los temas extrafútbol. Tengo que estar al 110 por ciento concentrado en todos los partidos y todo el tiempo. En Barcelona estamos obligados a ganar siempre.

¿La grandeza de la afición aumenta tu responsabilidad?

La responsabilidad te da el club y la hinchada te obliga a ser mejor. El equipo nos da todos los recursos para que podamos dar todo, pero uno tiene que responder. El hincha alienta y también obliga a que estemos peleando siempre todo.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de Barcelona?

Su hinchada. Esto es un fenómeno social, es similar a lo que es Boca o River en Argentina. Encuentras a un hincha de Barcelona en todo el país, me tocó vivirlo como rival. Son los únicos que llenaban las tribunas que les asignaban a ellos. Me siento sorprendido por todo lo que el club le brinda al jugador. No estaba acostumbrado a que me dieran todas las comodidades y recursos, eso es lindo, pero también te obliga a dar todo.

¿Siempre ha sido esquivo para las entrevistas?

Trato de no hablar mucho, porque no me siento tan cómodo. De vez en cuando sí las doy, pero no soy tanto de entrevistas.

Javier Burrai estuvo en 30 partidos de los 32 que jugó BarcelonaCortesía

EL AMOR

Florencia, el amor de su vida La relación entre Javier Burrai y Florencia Cardini tiene 11 años de vida, cultivada con fútbol y amor. Nació cuando el golero del Barcelona era un pibe que jugaba en divisiones menores del Arsenal. Tanto tiempo juntos Venimos compartiendo la vida, ya doce años. Somos de la misma ciudad, nuestras casas están separadas por unos cuatro kilómetros.

¿Y cómo se conocieron?

Yo era mayor de edad, ella menor. Fue una quinceañera cuando la conocí. Recién llevaba un año en las formativas de Arsenal. No sabía si iba a dar en el fútbol. Pero once años después estamos en Guayaquil.

¿Qué pasó después de aquella fiesta?

Solo la conocí, pero tuvieron que pasar varios años para que me ‘pare bola’, como ustedes dicen. Mensajes, llamadas, toque de timbre en la casa.

¿Y qué piensan?

Miramos para atrás y nos damos cuenta de que hemos crecido mucho.

Florencia es futbolera, ¿la vez con la Sur Oscura apoyando al equipo? Le gusta el fútbol, no tiene problema en ir a hacer barra. En Argentina es hincha de Independiente. Va al estadio, se sabe las canciones y las canta igual con la barra.