Un video en YouTube determinó su vocación. Lo que empezó siendo un simple gusto, reforzado por la influencia de sus padres hacia los deportes de combates, marcó el camino para que Sheila González le dijera hace siete años a su mamá que quería ser boxeadora.

Campeona de los Juegos Nacionales de Menores que hasta esta semana se disputan en Guayaquil, la deportista de 13 años demostró que esta disciplina llegó a ella para quedarse. Todo comenzó en Trinibox, escuela púgil de la Isla Trinitaria, populoso sector de la urbe porteña donde se sortea los vicios y delincuencia con puñetazos.

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“Vi un video del entrenamiento del profe Yecson Preciado que me marcó: era demasiado estricto. Él se le subía en la barriga a los alumnos para que tengan más resistencia a los golpes y eso me marcó”, recuerda sorprendida Sheila que en los 40 kilogramos ya es la mejor de su edad a nivel nacional.

Y es que la medalla de oro de los Juegos de Menores llegó para reforzar que está en el camino correcto. La pequeña se sincera y confiesa que no estaba en su planificación ganar la categoría, pero conforme pasaron los combates, la confianza y la seguridad crecieron.

Representando a la Federación Deportiva Guayas, Sheila se impuso ante las provincias de Zamora Chinchipe, Cotopaxi, Imbabura y, en la final, contra Tungurahua. Esta última fue la más complicada.

“Cuando terminó el tercer round me puse a llorar porque sentí que había perdido. Salí con todo a pegarle a mi rival, pero también era fuerte. En el tercer round estaba demasiado cansada y la niña comenzó a sacar más manos. Sentí que había perdido la pelea; me sequé las lágrimas, fui donde el árbitro y el juez dijo: ‘la ganadora del combate y campeona de los Juegos Nacionales de Menores es la boxeadora de la esquina azul’. Era yo. Estuve muy feliz”, comenta.

Cumpliendo una estricta jornada de entrenamientos, la pugilista, que vive en la misma Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, no solo destaca en el boxeo, sino también en sus estudios: “He recibido diploma de mejor alumna en mi grado, soy muy aplicada y participativa en clases; las señoritas me quieren”, replica con una gran sonrisa.

González viaja en el tiempo y precisa que le gustaría pertenecer a la Marina o ser abogada, sin embargo, no descarta llegar a unos Juegos Olímpicos, donde proyecta levantar una medalla como las halteristas Neisi Dajomes o Tamara Salazar.

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“Me siento orgullosa porque son ecuatorianas (Neisi y Tamara) y están defendiendo nuestro honor; ellas están ganando medallas de oro, están siendo buenas deportistas”, apuntó.

Su referente internacional es el peleador de las artes marciales mixtas Conor McGregor. Su madre, Liliana Lazo, comenta que junto a su esposo, Tito González, son amantes de este deporte. “Vemos la lucha libre y la UFC. Apoyo a Marlon ‘Chito’ Vera, cuando compite hago bulla con mi bocina y parlante”.

“Estoy agradecida con Dios por mi hija. Para llegar a un objetivo así tienes que venir desde abajo y es lo que ha estado haciendo estos años. Trinibox es una escuela modesta, humilde, no nos importa si es bonita, pero tiene todos los implementos y se siente la dedicación... aquí sigue y saldrá victoriosa”, cerró.

Aunque en el corto plazo no tiene competencias agendadas, Sheila deberá defender el próximo año el título de campeona en los Juegos Nacionales de Menores, nuevamente representando a Fedeguayas.

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