Después de 15 años de haber sido el primer equipo campeón de la Copa Carlos Castañeda, la Liga Barrial Barrionuevo volvió a levantar el título tras una definición por penales en la que el golero Roberto Salazar fue la figura al atajar dos penas máximas, teniendo como inspiración central al arquero de la selección argentina de fútbol Emiliano ‘Dibu’ Martínez, de quien, dice, siempre intenta copiar sus movimientos.

El cotejo, disputado en el estadio de la Federación de Ligas de Quito, el domingo 25 de febrero , se firmó con un empate a un tanto, que curiosamente solo tuvo autogoles. El primero llegó a los cinco minutos en favor de Barrionuevo, tras una confusa acción en la que un jugador de La Magdalena, Jairo Acosta, marcó en su propia meta cuando intentaba despejar un remate de Andrés Ayala.

Esa ventaja temprana le dio tranquilidad a Barrionuevo para dominar el partido. Sin embargo, cuando parecía que no tendría complicaciones, una jugada a la media hora del segundo tiempo cambió todo. El delantero de La Magdalena llegó por el carril central para buscar un remate; fue entonces que el defensa Ronald Vásquez lo marcó y alcanzó a meter el pie en un intento por quitarle el esférico, pero entró con tanta fuerza que acabó sorprendiendo a su golero, Roberto, quien solo vio entrar el autogol detrás de su posición.

“Estábamos muy emocionados con el 1-0, pero cuando nos ‘clavaron’ el empate, yo supe que se vendrían los penales”, relata Salazar. Previo a los tiros se acercó a sus compañeros para pedirles que quienes vayan a patear los penales, aseguren los goles, porque él se encargaría de atajar “al menos dos”. Y lo cumplió.

En octavos de final, Salazar ya había bloqueado dos penales ante La Toglla. De hecho, ese partido le permitió adueñarse del arco de su selección barrial, en la que al inicio ni siquiera era titular. “Estaba un poco despechado de la selección, pero le metí ganas porque era un sueño para mí darle un campeonato a la liga barrial, porque en el equipo no cualquiera está, sino que somos de lo mejor”, resalta.

LE FALTÓ SU HIJA

El festejo del arquero de Barrionueva resultó muy emotivo junto a su familia, que lo acompañó desde el inicio de la fase de grupos. A la cancha llegaron corriendo sus dos hijos y su esposa, quienes lo abrazaron tras este triunfo. Pero en la postal familiar faltaba una integrante, su hija mayor, Steffany. “Desde la semifinal ya no pudo estar porque se fue a estudiar al extranjero”, detalló Roberto.

Sabiendo que ella lo veía por la transmisión a través de un medio digital, lo primero que hizo cuando lo entrevistaron fue dirigirle unas palabras. “Te dije mija que íbamos a ganar, te lo dije”, repitió señalando la cámara consciente de que su hija, desde Argentina, no se perdió un solo detalle de su actuación.

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