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Cifuente abrió el marcador con el que gana Barcelona.Christian Vásconez / EXTRA

Barcelona vs. Macará: El Ídolo ganó 5-3 en el Chucho Benítez

Con cinco goles, Barcelona ganó tres puntos importantes para sus aspiraciones de llegar a ganar la etapa.

El Parque Samanes recibió este sábado 10 de septiembre a Barcelona y Macará, pero más allá del partido, el foco principal estaba en la vuelta a Fabián Bustos, quien regresó luego de 7 meses a dirigir al equipo amarillo con el afán de lograr la estrella 17. No era un duelo cualquiera y la gente lo hizo notar.

Lluvia de aplausos para Bustos al pisar el gramado y este los retribuyó con una mirada al público, saludándolos, tocándose el pecho y empuñando su mano. Su vuelta era un desafío, él lo sabía y la parcialidad amarilla confía en él. 

Se peinaba constantemente, caminaba de un lado al otro, le daba indicaciones a sus dirigidos. Bastante intenso. Muy característico de Bustos. Su equipo era dueño de las acciones en la cancha, pero a él eso no le bastaba, quería romper el cero, que se juegue el partido a su favor.

A los 11 minutos, Bustos y la parcialidad amarilla explotaron. Un tiro de esquina ejecutado por Damián Díaz, fue pivoteado en el primer palo por Fidel Martínez y después llega Jhon Jairo Cifuente para empujarla con una patada karateca. Barcelona hacía del Christian Benítez una fiesta y Bustos saltaba de alegría, mientras al caer se abrazaba con sus compañeros del cuerpo técnico.

Era un monólogo de Barcelona, que era dueño del partido. Macará empezaba a reaccionar en mediocampo, pero el duelo de Michael Carcelén y Damián Díaz marcaba diferencias en ese sector. 

Cuando el partido tenía un trámite normal, el VAR llama al árbitro Roberto Sánchez por un posible penal. El protagonista era Carcelén, pero las repeticiones se veían y no parecía penal, no obstante, el juez central sentenciaría la pena máxima. Bustos aplaudía y nuevamente empuñaba. Al cobró fue el Kitu y no falló ante Padilla. 2-0 a los 24 minutos y era un estallido general, Bustos estaba eufórico y se encaminaba una goleada. O al menos eso parecía.

Todo apuntaba a que la lluvia de goles iba a continuar, pero un error en la mitad del campo de Díaz, terminaría siendo el génesis de un nuevo partido. Ese error desencadenó el primer gol de Luis Mina, quien sería la verdadera sorpresa de este primer tiempo.

Con el 2-1, Barcelona no pudo contestar y recibió unos minutos después otro gol, de gran ejecución, del mismo Mina. La jugada estuvo acompañada de un buen pivoteo de Mina y un buen regate de Luis Arce, quien lo asistió. La historia pasó del 2-0 a un 2-2 que desencajó a Bustos, quien le pedía más intensidad s sus jugadores.