Pasaron 20 meses desde que Antonhy Richard no hacía la locura de tomar un avión desde el estado de Nueva Jersey, Estados Unidos, para llegar a Guayaquil, ir al Monumental a gritar por su Barcelona y luego del encuentro volver a donde reside.

La última vez que la realizó fue en la Noche Amarilla del 2020, después ya no se pudo. Afirma que la pandemia de la COVID-19 impidió que siga haciendo lo que tanto le gustaba.

ALEGRÍA Y NOSTALGIA

Desde hace un mes estaba a la expectativa de que el COE Nacional dé el sí para que los hinchas regresen. Y cuando se dio la aprobación en ese momento hizo maletas. Dice que varios hinchas cometieron su locura antes de la pandemia.

“Esto es amor puro por Barcelona y hay gente que no entiende lo que uno siente por la camiseta amarilla. Llegar al Monumental es volver a tener la energía del hincha, esa adrenalina de poder ver en vivo y en directo a su querido equipo”, expresa Richard.

Su voz cambia cuando habla del regreso de los hinchas. Dice que lo que más le duele es que muchos de sus amigos y fanáticos de Barcelona ya no estarán, porque se fueron al cielo.

Y aquí se comprende lo que hizo horas después de arribar a Guayaquil.

“Venimos de una situación dura, muchos de los amigos con los que nos encontrábamos en el estadio ya no están, se fueron con la pandemia y lo primero que hice apenas llegué fue darle gracias a Dios por estar vivo, en la iglesia del Divino Niño de Durán”, manifiesta con nostalgia el fanático amarillo.

Cada año le ha gustado venir de dos a tres partidos, pero ahora le agradaría que el equipo haga todo para ganar la segunda etapa de LigaPro.

Dice que cuando se ama a un equipo no importa el tiempo o el dinero por estar en el Monumental.