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Barcelona: Pasión y locura de exportación
En los 98 años de Ídolo, hinchas del exterior hablan de lo que se siente vestir la camiseta fuera del país. Piden de Ecuador la indumentaria amarilla.
El cuerpo está en Estados Unidos, pero la mente y el corazón en Ecuador. Así es la vida de los barcelonistas que dejaron su tierra, pero se llevaron la camiseta amarilla para seguir viviendo la pasión que genera el mundo Barcelona.
No es lo mismo seguir al Ídolo estando lejos. Ellos darían todo por disfrutar de un partido en el estadio Monumental, con su gente, su barra, su equipo.
Pero lo que sí pueden tener presente son las camisetas y banderas de su club amado. Y verlo por televisión, sufrir como si estuviera en el estadio y gritar sus goles. Son los migrantes amarillos que viven de una manera distinta su sentimiento futbolero.
En su aniversario 98 años de fundación, destacamos las historias de cuatro fanáticos: Verito Aguilar, Vanessa Suárez, Freddy Lara y Víctor Pincay, residentes en Pensilvania, Nueva York y Nueva Jersey.
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TRISTE POR NO ESTAR EN EL MONUMENTAL
En el armario de Freddy Lara abundan las camisetas de Barcelona. Este guayaquileño, apenas desembarcó en Nueva Jersey dedicó un lugar especial para las banderas y camisetas canarias.
Cada vez que juega el Ídolo de local, la nostalgia lo invade al ver el estadio Monumental en las imágenes de su celular. “Estar tan lejos de nuestro país es una tristeza enorme y más aún sin poder acompañar al equipo. Barcelona es un motor de emociones”, expresa Lara, quien lleva ocho años radicado en Estados Unidos y que cada vez que juega el cuadro amarillo acude a Passiones Bar, que es la sede de la barra Séctima Oscura en Nueva York.
Dice que para ‘curarse’ de la nostalgia de estar fuera del país, apoya desde lejos al Ídolo con sus amigos. “Vemos todos sus partidos. Me hace sentir en casa ver familias enteras reunidas disfrutando cuando juega. Barcelona cruza fronteras en todo el mundo. Se vive la alegría en las victorias y la tristeza en las derrotas. Son tantas las vivencias que tengo en mi mente”.
Entre sus mejores recuerdos como hincha en Estados Unidos, están los títulos nacionales de 2016 y 2020.
“Nunca olvidaré a toda la familia amarilla en la Gran Manzana, llorando y abrazándose de la alegría y euforia de ver de lejos ser campeón al equipo”, afirma.
100 CAMISETAS
Verito Aguilar es guayaquileña, pero desde los 17 años está radicada en Nueva York, uno de los grandes epicentros del mundo de la moda. Sin embargo, ella no cambia su ‘uniforme amarillo’. Su amor por Barcelona la ha llevado a tener 100 camisetas, por lo que bien podría decir que tiene varios mucho billete invertidos en la indumentaria torera.
Solo cuando está en su horario de trabajo deja de usarla, pero para salir a la calle, ir a los conciertos, viajes y los fines de semana, siempre viste con la piel amarilla.
“Barcelona para mí es motivo de felicidad. Solo el hecho de pensar que ya van a jugar me emociona mucho”, admite Aguilar.
LA HERENCIA
Vanessa Suárez, quien reside en Pensilvania, tiene varias banderas de Barcelona en su casa, dice que el ser barcelonista es herencia de su padre, Walter Suárez. Sus hijos Ian y Alana Leiva también son fanáticos amarillos, pues ella les ha transmitido esa pasión como legado.
Gracias a internet está conectada con su equipo, pues pese a la distancia el amor por la camiseta canaria es más fuerte. Cuando habla de deportes, el tema Barcelona siempre está presente. Comenta que en su casa todos son amarillos y que a los amigos que tienen y no son ecuatorianos los van reclutando como nuevos seguidores.
EL MÁS ‘ENFERMO’
Víctor Pincay es una especie de directivo, líder de barra y hasta periodista deportivo. Mientras trabaja, se dedica a informar a sus amigos barcelonistas de lo que sucede con el equipo. Además lleva 19 años organizando la fiesta de Barcelona por el aniversario, donde hace una confraternidad entre hinchas.
Pincay se viste con las camisetas del Ídolo de lunes a lunes. “Podría decir que la gente normal no entendería el amor que tengo por Barcelona, es algo que me sale del alma, no te lo puedo explicar”, dice Pincay, quien el domingo 30 de abril del 2023, hizo la fiesta canaria en Nueva York y tuvo como invitados desde Guayaquil a los periodistas Ufredo Borbor y Wachito Sánchez.
Pincay es el líder se la Séctima Oscura y se ríe cuando le dicen que es un ‘enfermo’ del Ídolo. “Ser barcelonista es ser especial, es ser diferente, somos otra raza de hinchas”, explica.
Y de esa pasión que es de exportación al mundo, ayer se cumplieron 98 años. Un sentimiento que se desborda y que solo la hinchada canaria puede entender.