Durante todos estos años desde que está en Barcelona, Javier Burrai ha sido el proveedor de camisetas, buzos, pantalonetas y muchos recuerdos del Ídolo para su familia y amigos de su barrio Las Flores de San Nicolás, a unos 230 kilómetros de Buenos Aires.

Pero esta vez el golero argentino cree que les va a fallar, pues no sabe qué hacer con los pedidos. “Van a venir varios amigos. Me piden que les consiga entradas, pero no se puede, somos visitantes, es imposible conseguir tantas”, dice de una manera apenada.

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Sobre lo que puede pasar el 18 de julio, Javier afirma que el equipo está enfocado en clasificar a octavos de final de la Sudamericana. Admite que el partido que ganaron en Guayaquil “fue difícil”, pero falta dar el remate final para seguir en el torneo.

Burrai estuvo varios partidos del 2023 fuera de cancha por lesión, pero ha regresado con todo. En la ida, ante Estudiantes, salvó tres goles cantados. “Es parte de mi trabajo, defender con todo al Ídolo”, asegura.

El frío de Buenos Aires lo tomó como nuevo, pues Javier afirma que, “lo que pasa es que ya estoy acostumbrado al calor de Guayaquil”.

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