La única camiseta azul que tiene en su armario es una de un uniforme alterno de la selección de Ecuador. Y precisamente esa fue la 'armadura' que Leyda Troya usó para ‘infiltrarse’ en el estadio Capwell y ver el Clásico del Astillero, a pesar de que el partido del domingo 18 de septiembre duró solo 25 segundos. Igual la hincha canaria se fue feliz.

Leyda es tan amarilla que hasta tiene una página de Facebook que se llama ‘Barcelona, la alegría de los chiros’.

Su idea de ir al Capwell era una sola. “Yo amo a Barcelona y acompañarlo donde vaya es mi meta. Lo he hecho dos veces (ir al estadio de Emelec) y lo mejor de todo es que me ha ido bien”, expresa Troya, que esta vez fue con otro barcelonista y con su hijo, Ángel Layana, de 16 años, quien a decir de ella “es un hincha enfermo del Bombillo”.

Ya en el escenario azul, Leyda hasta se dio tiempo de posar para una postal que le quedará para el recuerdo del Clásico que solo se jugó durante 25 segundos. El resto le tocó mirarlo por televisión.

NO MÁS VIOLENCIA

En el estadio Monumental ella acostumbra a ir a la general norte. “Me encanta ver a Barcelona, pero lastimosamente no se puede ir como hincha amarilla (al Capwell) debido a la violencia que hay en los estadios. Eso lo debemos erradicar. Hay que regresar a los tiempos de antes, cuando amarillos y azules iban al estadio y no había problemas”, pide Troya.

Entre risas, dice que más demoró en ir al Capwell y hacer fila, que en ver el partido. “Las dos veces que he venido hemos ganado, creo que tengo que seguir haciendo esto”, dice Troya, quien además se da el lujo de asegurar que en esas dos ocasiones Fidel Martínez ha marcado goles, en el 2019 y en el 2022, a pesar de que ella ya no estuvo el lunes.

Cuenta que cuando Erick Castillo hizo el gol que no fue válido, ella lo gritó en las gradas de la tribuna de General Gómez, pero que en la parte de arriba estaba una hincha de Barcelona con la camiseta y ella se llevó las ‘flores’.

“Fue una experiencia rara, porque una está rodeada de hinchas azules que dicen cosas del equipo que uno ama. Lo bueno es que yo no digo nada. Estaba segura de que íbamos a silenciar el Capwell” señala muy alegre.