Exclusivo
Deportes

Carlos Obando y su pequeño Allen, era el comienzo de la historia.Cortesía

Barcelona: La historia de Allen Obando contada por sus padres, para hacer una serie de TV

El jugador amarillo nació en Quito, vivió 8 años en Esmeraldas y lleva 7 en la Perla del Pacífico, una locura de vida y fútbol

Allen Obando es la esperanza de gol de Barcelona y Ecuador. Está en el equipo principal amarillo desde cuando tenía 10 años, a los 16 años debutó, a los 17 se mandó un gol y una asistencia y está para jugar el Mundial de su categoría.

Carlos Obando, su padre, es abogado de profesión y futbolero de pasión; y Monserrat, su madre, también lleva este deporte en las venas. Los Obando le cuentan a EXTRA la historia de vida de un chico que apunta para crack.

Tenía 10 años y Allen ya era un ‘todoterreno’. Desde pequeño le gusta ser colaborador. En la foto, llevando la hielera en un partido en la Sierra.Cortesía

‘CHULLA’ QUITEÑO

Lo primero que Carlos dice es que Allen no nació en Esmeraldas, sino que llegó a la hermosa Provincia Verde cuando tenía dos años. “Nosotros vivimos un tiempo en Quito y Allen es nacido allá”. Bien se puede decir que el crack de Barcelona es un quiteño, algo que no pasaba antes.

Esto también puedes leer: Luis Baldeón: Si Liga de Quito es campeón de la Copa Sudamericana se tatuará los glúteos

ALLEN SE QUERÍA IR

Los Obando vivían en el barrio La Victoria, a la entrada de Esmeraldas. Allen comenzó a jugar desde los cinco años, en una cancha de tierra y piedra, pero llena de sueños. Militaba en el equipo Tolita Sport y, cosas de la vida, siempre le hacía goles al Barcelona de Esmeraldas. Tenía de ‘hijos’ a los canarios.

El papá cuenta que Carlos Alfaro Moreno comenzó a ir a Esmeraldas, y cuando el ahora presidente estaba presente, Allen como que se inspiraba y les anotaba goles al Ídolo.

Carlos Alfaro Moreno y Allen Obando con sus amigos, en los viajes a Esmeraldas.Cortesía

Un día su padre lo llevó a probarse a Independiente del Valle. Allen jugó de delantero, pero no le fue bien. Don Obando explica qué pasó aquella vez. “Allen tenía nueve años y lo llevé a probarse. En Borbón lo aprobaron, como volante; en Sangolquí lo colocaron de delantero, pero se cansó, le cogió la altura y la gente de Independiente me dijo que no”.

Un día le pidieron a Carlos que les ‘preste’ a Allen para que refuerce a Barcelona en un torneo en Santo Domingo de los Tsáchilas y ese fue el comienzo de todo. Quedaron campeones y fueron a jugar un Mundialito en Guayaquil, del que se llevaron el título con gol de Allen.

Ante tal demostración, Alfaro Moreno habló con la familia, porque lo quería en Barcelona. Allen tenía apenas 10 años. “En esos tiempos yo tenía que andar con la cédula de él, nadie creía que tenía esa edad, debido a que era grandote”, aclara su padre.

Allen Obando marcó la primera para Barcelona.API

La madre del crack recuerda que cuando les dijeron que debía mudarse a Guayaquil tuvieron sus dudas, pero Allen estaba decidido. Monserrat se mostró más dispuesta, pero Carlos tardó en dar el ‘sí’ definitivo.

“Alfaro Moreno nos dijo que le iban a dar casa, estudio y entrenamiento. Nos dio dos posibilidades: entrenar en Esmeraldas o ir a Guayaquil a vivir, y Allen fue quien nos dijo que se quería venir con el primo Elkin, que era un año más grande”, cuenta Carlos, quien ‘timbraba’ por celular a cada rato al Negrito o Figurita, como lo llama de cariño, cuando este ya se mudó a Guayaquil. Y aparte cada 15 venía a darle sus vueltas.

SOÑARON EL GOL

Los Obando son hinchas de Barcelona. Hablan con alegría sobre los dos partidos que han marcado su vida.

El primero, cuando debutó ante Mushuc Runa en 2022 y se comió un penal. “Cuando falló el penal estaba tranquilo, porque sé la fortaleza mental que tiene. Él vive la vida de una manera tan tranquila, no se emociona, es como si todo estuviera escrito para él”. Y el otro cotejo memorable fue ante Deportivo Cuenca el domingo pasado, cuando marcó en la victoria amarilla 2-1.

Carlos y Monserrat no sabían que su hijo iba a jugar ante el Cuenquita. No tenían ni idea de que sería convocado, pero el hermano de Allen, Carlos, quien vive en Riobamba, había soñado que le marcaba al elenco contrario. “Cuando hizo el gol, dije que había pagado el penal que falló. Ojo, que por arriba es letal”, comenta su papá.

MUY RELAJADO

Los Obando destacan que el festejo del gol fue súper tranquilo, algo que no les sorprende. “Puedo decir que es muy frío, muy tranquilo. Cuando falló el gol en el 2022 me dijo que no se lo comió, sino que el arquero se lo tapó. Y cuando hizo el gol, me dijo que era algo fácil. Es demasiado sereno, es frío para definir”, expresa Obando padre.

Allen Obando y Kendry Paéz figuras de la selección de Ecuador en la sub-17.Tomada de @LaTri

“Miró al cielo porque le dedicó el gol a su abuela paterna, Mariana, que falleció hace años”, añade Obando, quien enfatiza que a ellos les gusta mucho el fútbol, pero que los estudios son cosa seria en casa. Prueba de ello es que Allen este año se gradúa.

El jugador tiene 17 años y su futuro solo Dios lo sabe. Se vienen más partidos en los que sin duda tendrá minutos. Y también el Mundial de Indonesia, que siempre es una vitrina importante a nivel internacional.

Carlos revela que a su hijo le encanta jugar con la Tri sub-17, elenco en el que están muchos de sus amigos.

“No me esperaba el gol. Es una bendición poder marcar. Me he sentido muy apoyado por mis compañeros y el cuerpo técnico. Estoy muy feliz por lo que está pasando”, declaró Allen acerca de su anotación en la fecha pasada. Su vida de esfuerzo y dedicación bien podría ser el argumento de una serie de televisión.

La mejor información en tus manos suscríbe: ¡EL DIARIO MÁS BACÁN PARA LA GENTE!