En el Clásico de las patadas, el empate 1-1 le cae bien bonito a Barcelona, que sigue teniendo el primer lugar de LigaPro y le saca tres puntos de diferencia a Independiente del Valle, que se ubica en segundo lugar con 23; mientras que Emelec se quedó con 22, a cuatro de diferencia de los amarillos.

El punto para los canarios es bueno, en su búsqueda de ganar la primera etapa.

Y fue un Clásico con mucho drama, con mucha fricción, con mucho nerviosismo. Fue un partido en el que el accionar del VAR será de lo que más se hable.

Hubo patadas al por mayor y varias jugadas que seguro las directivas de los dos equipos van a reclamar.

Lo mejor del partido fue la presencia de los hinchas, un estadio Monumental a reventar, como en los tiempos antes de la pandemia.

PATADAS Y DRAMA

Y lo que más se hablará del Clásico del Astillero es del arbitraje de Guillermo Guerrero y el VAR, debido a que en los primeros 45 minutos, los jugadores salieron a dar duro, pero el referí no sacó tarjetas rojas, se quedó feliz con las amarillas.

Los integrantes amarillos pedían a gritos tarjeta roja para Sebastián Rodríguez, por falta a Adonis Preciado, quien fue uno de los más golpeados.

Además, se quedó con dudas de una supuesta falta penal a Gonzalo Mastriani.

EN DEUDA

Hoy, las hinchadas de Barcelona y Emelec le reclaman, y con justa razón, dos casi goles de ellos, pero que no fueron realidad, a Gonzalo Mastriani y Alejandro Cabeza; es que los delanteros se mandaron una “merienda Monumental”, debido a que eran goles cantados, pero no pasó nada.

Al inicio del partido, Mastriani todavía no entiende qué mismo le pasó frente a Pedro Ortiz, el gol ya lo estaban gritando, pero no se dio.

Lo mismo pasó con Cabezas, que no supo aprovechar una pelota que dejó Javier Burrai. Las dos acciones eran para goles.

DÍAZ PRESENTE

La entrada de Díaz puso contenta a la hinchada canaria, pero el argentino recién a los 60 minutos tocó pelota.

Antes de eso, Joao Rojas había hecho ilusionar a la hinchada azul que veía por televisión el partido, pero solo fue una broma, porque Burrai se quedaba con la pelota.

Y hasta sangre hubo en el Clásico, cuando Joao Rojas sufrió un golpe de Byron Castillo.

DRAMA AL FINAL

El drama quedó para los minutos finales. Los goles en los últimos minutos: Alexis Zapata puso el 1-0 y, cuando las emociones terminaban, Michael Carcelén colocó el 1-1 y salvó el resultado para los canarios. El empate es buenísimo para Barcelona.

PROBLEMAS IGUALES

Barcelona y Emelec tienen el mismo problema: no hay un delantero que las convierta. Ambos elencos hacen las jugadas, tienen buen accionar, pero les falta el remate final, ese que haga explotar de emociones a los fanáticos. Les falta gol.

A SUFRIR

En la próxima fecha, Barcelona recibe en su estadio al Deportivo Cuenca el domingo 15 de mayo a las 18:00, y Emelec viaja hasta Machala para enfrentar a Orense el domingo 15 de mayo desde las 15:30.