Maleike Pacheco son las manos de Barcelona. Es venezolana y en su quinta temporada con las canarias salió campeona de la SuperLiga Femenina. Es el candado amarillo, que ahora se prepara para la Copa Libertadores 2023 que se jugará en Colombia.

Maleike es señal de seguridad y en gran medida fue la responsable del título logrado. De pequeña, quería ser policía o médica forense. Le atraía el tema de investigar los cuerpos de las personas fallecidas, ya que ella nunca fue miedosa, pero el fútbol la terminó atrapando.

Gran parte de la hinchada dice que sus manos le dieron a Barcelona el trofeo.

(Risas) Sí, estas manos son las que nos dieron el trofeo que nos faltaba. Ser parte de eso me llena de felicidad, debido al apoyo que tuvimos de la dirigencia y la hinchada.

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¿Cómo decidió ser arquera?

No cualquiera es arquera, Dios me dio ese don. Es algo lindo decir ‘no’ a los goles del equipo contrario. Estoy en este deporte desde los 10 años. Claro que también he actuado en otras posiciones en la cancha, pero ser guardameta es algo lindo.

Aparte del arco, ¿qué posición le llamaba la atención?

La delantera también es maravillosa, creo que me habría ido bien haciendo goles. Ojo, todo arquero siempre sueña con haber sido goleador.

¿Qué dice la familia?

Están muy emocionados por la carrera que he hecho en Ecuador, se sienten felices, y ahora con lo de ser campeonas e ir a jugar Copa Libertadores, están orgullosos de lo que hago. Pero esto es de mucho sacrificio, la idea de construir los sueños ha sido un largo trabajo.

Si no se dedicara al deporte, ¿dónde estaría?

Seguro que apoyando a mi familia en Venezuela. Pero gracias a Dios, al fútbol y a la dirigencia del Barcelona, le doy mi respaldo a mi familia que está en mi país.

Desde pequeña le hace al fútbol. ¿Había alguna otra actividad que le llamaba la atención?

No me van a creer. De pequeña las chicas quieren ser reinas, modelos, pero a mí me llamaba la atención el ser médica forense.

Estamos hablando de cosas fuertes...

Sí, quería ser médica forense, pero hasta cuando tenía 16 años, ahora ya me da miedo. Todo comenzó cuando en el barrio en el que vivíamos mataron a un chico. Llegaron los médicos de la Policía y al ver su accionar me llamó la atención todo su trabajo. Conocí mucho de eso y comencé a investigar sobre esa profesión y quería dedicarme a eso. Claro que después ya me dio miedo. Hay que tener sangre fría para eso.

Si le tocara decidirse ahora, ¿preferiría tener sus manos sobre los cadáveres o sobre el balón?

Sobre la pelota.

Aún está celebrando su primer título liguero y que disputará su primera Copa Libertadores.

Es una bendición lo que logramos, entrar a la historia de Barcelona con el fútbol femenino. Ahora, a darlo todo en la Copa Libertadores, es nuestra primera vez. Tenemos el apoyo de los directivos y de la hinchada. Vamos con ganas y fe. Confíen en nosotras, vamos a darlo todo en este torneo internacional. No vamos a decepcionar a la hinchada y queremos llegar lo más lejos que podamos.

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