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La futbolista Angie LLiguín Vinces se destaca en la posición de lateral izquierdo.Juan Faustos

Angie Lliguín estudia, respira y come fútbol

La jugadora de Guayaquil City contó que por las mañanas deja a un lado los pupos y la pelota para conectarse a las clases virtuales de la universidad

La jugadora de Guayaquil City, Angie Lliguín Vinces, es una ‘enferma’ por el fútbol, al punto que ella involucró a este deporte en todas sus actividades personales. Combina sus entrenamientos con las ‘ciudadanas’ y los estudios en periodismo deportivo y dirección técnica.

Lliguín tiene 19 años y es oriunda de Quevedo, provincia de Los Ríos, pero reside en Milagro, Guayas. Por aquella razón, ella tiene que viajar todos los días hasta Guayaquil para cumplir con las prácticas del City. A las 13:00 comienza su travesía futbolera y termina a las 21:00.

“A esa hora salgo para entrenar y ya me quedo fuera de casa todo el día. A veces he querido dejarlo por cuestión de tiempo porque es difícil llevar las tres cosas, pero mis padres me han dado ese empujón para seguir adelante”, indica Angie.

Empezó a jugar fútbol cuando tenía 15 años, en 2016, porque sus papás no querían que se convirtiera en futbolista, sino que “realice actividades que son de mujeres” como el ballet o modelaje. Ella se propuso hacer lo que siempre le ha apasionado.

“De pequeña mi hermano me enseñaba a jugar. Recién a mis 15 años jugué por primera vez, lo hice con el Colegio Vicente Rocafuerte en el intercolegial (de fútbol). Al año siguiente (2017) me llevaron a los Juegos Nacionales. Desde ese momento mis padres se dieron cuenta de que no era un capricho y me empezaron a apoyar”, recuerda la lateral izquierdo.

Por las mañanas Angie deja los pupos y la indumentaria deportiva por la computadora, ya que debe conectarse vía internet para recibir sus clases de Periodismo Deportivo, en la Universidad de Milagro.

“Me encanta el fútbol, pero pienso en mi futuro y sé que lo académico me llevará por buen camino. Me apasiona el periodismo deportivo y en eso quiero trabajar. La dirección técnica estudio porque Guayaquil City me dio una beca, aunque también me apasiona”, finaliza.