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Andrés Muñoz, mamita le enseñó a pegar como Rocky
El boxeador ecuatoriano inició en el deporte por consejo de su progenitora, para que aprenda a defenderse. Ahora que es profesional, lo acompaña en la esquina y maneja su carrera
Su aventura en el mundo del boxeo inició cuando apenas tenía 8 años, y desde ese momento, la pasión por este deporte se apoderó de Andrés Muñoz, quien tras una pausa a la práctica de esta disciplina, para trabajar y formarse como policía, la retomó pero ya en el campo profesional.
Fue su madre, Beatriz Morán, quien le inculcó la afición por el ring, en su casa en Quitumbe, al sur de Quito. “Cuando era niño, alquilábamos los videos, en ese tiempo en formato VHS, de las peleas de Roberto Durán y también las películas de Rocky, para ir aprendiendo sobre el boxeo”, contó Muñoz, quien se encuentra invicto en las seis peleas disputadas.
“Me decía que era bueno que sepa defenderme. Poco a poco, a su estilo, me indicó cómo lanzar un golpe, subir la guardia”, confesó el púgil, quien no tuvo un buen paso por el campo amateur, ya que a la par se dedicó a trabajar como vendedor informal para ayudar a su madre con los gastos del hogar. También fue controlador en buses y cumplió con labores de aluminio y vidrio y cerrajería.
Tras graduarse del colegio decidió ir al cuartel y posteriormente inició la carrera policial. “Gracias al ejemplo de mi mamá, aprendí hacer de todo”.
UN GRAN AMIGO
Hace cuatro años retomó su carrera pugilística. Se dio gracias al boxeador Erick Bone, quien lo acogió en su casa para que entrene y le compartió sus conocimientos.
“La familia Bone-Banguera me abrió las puertas cuando vivía una crisis económica. Me dieron techo y comida. Pese a que no tenían muchos recursos, nunca nos faltó nada a dieciséis personas que estábamos en la casa”.
Desfiló con su técnica por combates amateurs y de exhibición hasta que en agosto de 2019 se estrenó como profesional, con triunfo ante Bernardo Moreno. Su madre siempre estuvo pendiente de su carrera, en especial cuando Andrés se contagió de la COVID-19.
“Aprendió amarrar los guantes, ejercicios de reacción, preparación física, y desde mi tercera pelea, en septiembre del año pasado, forma parte de mi esquina”, detalló Andrés, quien tiene claro que cumple con “dos profesiones de mucho riesgo” al ser parte de la unidad antidelincuencial de la policía y recibir golpes en los cuadriláteros.
SIENTE LOS GOLPES
Doña Beatriz, además, se encarga de todos los detalles de la carrera de Andrés, y es muy querida por los otros pugilistas y directivos.
“Le piden fotos a mi mamá. La felicitan por el apoyo que me da y el trabajo que realiza, ha recibido reconocimientos. Es mi mayor motivación, me formó como persona y como deportista”, afirmó orgulloso ‘El Policía’, como lo conocen cuando sube al ring,
Por su parte, doña Beatriz confesó que cada vez que acompaña a su hijo en la esquina “los golpes que recibe Andrés me estremecen, los siento en mi corazón, a veces tiemblo. No ha sido fácil, pero todo me lo guardo para que mi hijo me vea tranquila y se concentre solo en la pelea”.
Antes de cada pelea, madre e hijo oran para que la desgracia no los sorprenda con un gancho y “le dan gracias a Dios por cada victoria”.
Como madre, enfatizó que se siente orgullosa por lo logrado por su muchacho, de quien dijo de pequeño era muy tímido, por lo que en la escuela lo molestaban sus compañeros, y que gracias a la práctica del atletismo, triatlón y principalmente el boxeo, logró superarlo. “Vi esa chispa que tenía y que la mantiene cada vez que entrena y sube al ring”, dijo emocionada.
Ahora la meta de Andrés y su madre Beatriz es cumplir su primer sueño, llegar a pelear en el Madison Square Garden, escenario donde Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán cumplía con sus combates en los videos que despertó el amor por el box.