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¡No era ahijada, sino la hija! la columna de la ex
Las cosas locas que pasan en las parejas de los jugadores de fútbol.
Todo pasó en tres años. Todavía no entiendo lo tonta que fui y qué pilas fue él para hacerlo, pero siempre hay cositas que fallan y sale a flote la verdad.
En esta historia el personaje principal es una niñita, de apenas un año. Ojo, ella no tiene la culpa de nada.
Mi esposo, el amor de mi vida, el hombre de mis sueños, a quien siempre apoyaba cuando no tenía dinero, resulta que decidió ser el padrino de esta pequeña, demostrándole un amor tan grande, de esos que hasta a uno lo hace pensar mal.
Esta bebita no tenía padre y era hija de la hermana de un compañero de equipo. En su momento me dijo que le daba pena su situación, que no era justo que esta criatura no tenga apoyo en nada y por eso decidió ser su padrino.
Hasta ahí todo bien. Pero resulta que la ahijadita comenzó a frecuentar demasiado a la familia y era tanto el amor que le tenía mi marido que un día salió con que quería darle el apellido. En realidad eso no me gustó y no cuadraban muchas cosas. Las dudas me rondaban...
Pero un día me arriesgué y llevé con engaños a la bebe para realizarle una prueba de ADN y con mi esposo hice lo mismo. Después de 15 días tuve la sorpresa de mi vida: esa niña era hija de mi esposo. La madre era la hermana de su compañero de equipo, quien, oh sorpresa, ¡era la madrina! La niña era el producto de ese amor que nació fuera de los entrenamientos.
La verdad es que no sabía qué hacer y abandoné a mi esposo. Le soporté sus engaños y ahora el tipo llora a mares pidiéndome que lo perdone. Ya no me importa y de vez en cuando veo que sale en la televisión. La ahijada en este momento seguro está leyendo la nota. Cosas de la vida... cosas de supuestas ahijadas.