A puertas del inicio de la temporada de tenis, el nombre de Novak Djokovic sobresale en medio de la polémica. El deportista serbio, número 1 del mundo, en abril de 2020 hizo pública su posición de no recibir la vacuna contra la COVID-19, requisito para participar en la mayoría de competencias y para ingresar a los países que son sedes. Y no la tiene.

“Personalmente me opongo a las vacunas y no me gustaría que nadie me forzara a vacunarme para poder viajar”, dijo entonces el serbio.

Es por esto que recibió una exención médica para disputar el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada, lo que provocó varias críticas por esta preferencia.

Para Carlos Avellán, extenista ecuatoriano, “las reglas deben ser para todos y no se deben permitir excepciones, así sea el tenista más destacado del mundo”. Agregó que se debe respetar la decisión de Nole sobre la vacunación, pero que así mismo él debe aceptar las limitaciones que esto conlleva en su actividad profesional.

“Le puede causar problemas en su trabajo. Sería una baja fuerte en la industria del tenis, pero debe asumir las consecuencias, como no poder participar en los torneos”, argumentó.

Avellán recalcó que por este tema no se debe afectar la imagen de Djokovic como deportista, ni calificarlo de mal ejemplo, ya que es una determinación personal la que tomó.

SU DEFENSA

Djokovic alegó haber pasado la COVID-19 en los últimos meses para supuestamente no vacunarse y poder recibir esta exención médica.

Según datos de la Asociación de Tenistas Profesionales, prácticamente el 100 % de los primeros 100 tenistas del mundo han recibido ya las dos dosis de la vacuna, algo que era un requisito imprescindible para entrar a Australia.

“Viajar, compartir camerinos, canchas, son riesgos que viven los tenistas en la pandemia. Están en su derecho de tener recelo por alguien que no se ha vacunado”, manifestó Avellán.

Nole ya tuvo su primer problema en el aeropuerto de Melbourne, al cometer un error con su visado y no especificar que ha recibido un permiso médico para entrar al país, por lo que permaneció retenido por varias horas. 

El primer ministro de Australia, Scott Morrison, manifestó que Djokovic será expulsado del país si no demuestra una razón médica para no estar vacunado. Y así lo hizo tras tomar la decisión de cancelar el visado del tenista y solicitarle que abandone territorio australiano.