Como su nombre lo sugiere, el poliamor es una práctica que permite una relación sexual o afectiva de más de dos personas, siempre y cuando todos los integrantes de la misma tengan conocimiento y la aprueben.

Dentro de esta forma amorosa y sexual existen varios tipos, detalló Estrella: está el poliamor jerárquico, que consiste en una relación primera, prioritaria, de la cual se desprenden las secundarias que van regidas según las normas de primaria. En las no jerárquicas no existe ningún privilegio para ningún integrante de la relación. Está la polifidelidad, que está compuesta por tres o más personas que comparten una relación afectiva y sexual y generalmente es cerrada. También están las triadas, es decir, compuestas de tres personas.

Ambos profesionales indicaron que aunque la sociedad considera a la monogamia como única forma relacional viable de relación, el poliamor no es una práctica mala, sino inusual. Lo que Estrella sí aclaró es que hay que respetar los acuerdos para evitar, como en cualquier otro tipo de vínculos sexuales, las enfermedades de transmisión sexual.

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