¿Te dejaron y no sabes qué hacer con tu 'amiguito (a)' que pide 'canchis-canchis'? Pues entonces, te interesa esta nota. Estar 'caliente' es una parte natural de la sexualidad humana, pero a veces puede generar sentimientos no deseados cuando intentas concentrarte en el trabajo o en otra cosa. Además, pueden desencadenar una experiencia interna más angustiosa para algunas personas.

Primero, ¿es normal pensar en sexo? Para Jesús Reyes, sexólogo clínico colombiano, pensar 'deliciosamente' es natural, incluso si parece que lo haces en momentos extraños (cuando estás de compras, por ejemplo). "También puede ser útil, ya que te permite saber quién te atrae y puede ayudarte a decidir cuándo quieres tener sexo con alguien", agrega, pero no todo el mundo siente deseo sexual y también es normal.

Pero la pregunta del millón es cómo 'matar' las ganas de tener sexo, si no tengo pareja. Pues Reyes detalla a EXTRA algunas opciones para salir de este tormento.

Como primer punto, el experto dice que tienes que hablar sobre cómo te sientes con alguien, ya sea hombre o mujer, pero preferiblemente se lo tiene que conversar con una persona del mismo género, pero hay que tener cuidado. 

"Puede resultar un poco incómodo hablar de sexo, especialmente si estás pasando por una 'sequía' sexual, ya que te pueden contar sus vivencias en la cama y perderán la empatía", dice. Y añade que es mejor evitar las conversaciones 'sexosas' porque te harán excitar y te hará angustiar más.

Por ello, lo mejor es desviar la atención de ese tema y tratar asuntos como proyectos a realizar, metas a corto y largo plazo, y conocerte a ti mismo cuando no tienes pareja.

MÍMATE CON 'MANUELA', PERO SUAVETÓN

Dejando a un lado los prejuicios. Claudia Cruces, experta en sexología, comenta que la masturbación es normal y saludable y más cuando uno necesita "amor, comprensión y ternura". 

"La masturbación puede tener muchos beneficios más allá de la liberación sexual. Puede ayudarte a sentirte más cómodo con tu cuerpo y aprender más sobre cómo te gusta que te toquen. Y además calmas las ganas de tener un coito", explica la entendida chilena, radicada en Quito.

Pero no tienes que 'manosearte' todo el tiempo de 'sequía'. La especialista precisa que lo normal -en los casos que no se tiene pareja- hacerlo una vez por semana. "No es recomendable masturbarse, en hombres, la semana entera y mucho menos dos veces al día. Deben agendar un día para aquello y 'sanar' los otros con actividades para guardar energía", recomienda. 

"Las mujeres pueden controlar sus tiempos. El promedio de tiempo que una mujer joven se masturba es de dos días por semana, estando o no con una pareja. Lógicamente que aquí vienen detalles más internos como el proceso de duelo (si terminó con su pareja), ocupaciones, y más", acota.

PONTE TUCO

Tanto para Reyes como Cruces, participar en actividades sexuales, ya sea con una pareja o a través de la masturbación, probablemente perpetúe la necesidad de más sexo. Por lo tanto, si deseas reducir las 'ganitas', puede valer la pena tratar de no pensar en sexo.

"Distraer la mente con algún tipo de ejercicio físico o una tarea absorbente podría ayudar a una persona a canalizar esta energía en otra parte", dice Reyes. 

Evita las situaciones tentadoras

Lo último que quieres hacer es encontrarte solo con el objeto de tus deseos, ya sean imágenes o personas reales. "Nunca estés solo (a). Mantente siempre ocupado y con gente a tu lado. Establece límites alrededor de tu teléfono, computadora y televisión. Busca un amigo que esté dispuesto a ayudarte a no estar solo", aconseja Cruces. 

Además de las razones obvias por las que hay que evitarla, la pornografía no es recomendable. "La pornografía crea expectativas poco realistas e insensibiliza nuestras mentes. Es recomendable no hacerlo, si quieres calmar tus ansias de estar íntimamente con alguien", advierte.

Así las cosas, tienes que saber que tu mente es tu propio espacio personal, y es normal que los pensamientos sexuales pasen de vez en cuando. No necesariamente tienes que deshacerte de ellos. 

Los expertos concluyen que si el estar 'caliente' todo el tiempo no afecta negativamente lo que estás haciendo, te distrae de una manera peligrosa o te causa angustia, no hay necesidad de preocuparte