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Cuerpeo
Mientras más ‘cuchitos’, mayor es la calentura
Durante la vejez, los orgasmos pueden ser más intensos que en la juventud gracias a la experiencia de las personas. Aunque muchos piensen lo contrario
El sexo es como catar vino, en un principio su amargura no te permite sentir los diferentes matices de sus sabores, entonces, lo bebes sin que te tomes el tiempo para degustarlo. Sin embargo, con los años aprendes a distinguir cada uno de sus aromas. Así describe el ‘cuerpeo’ Rodolfo Rodríguez, sexólogo y vicepresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Sexología y Educación Sexual. El especialista le contó a EXTRA que, durante la tercera edad, gracias a la experiencia, las personas realmente disfrutan a plenitud de su sexualidad.
En 2015, una investigación realizada por la psicóloga Angélica Bermejo Alvarez sobre la vida sexual de los adultos mayores en Cuenca, reveló que el 55,9 % de los 306 ancianos que formaron parte de su grupo de estudio, estaban satisfechos con su sexualidad. Los datos de Alvarez coinciden con la experiencia que tuvo Rodríguez laborando en un centro geriátrico de Guayaquil, conoció que gran parte de los residentes tenían relaciones íntimas más de cinco veces a la semana.
Por otra parte, el especialista también descubrió que el tiempo de los encuentros eran prolongados. “Cuando llegamos a la adultez mayor, la situación se vuelve mucho más sofisticada, el acto sexual es una experiencia que toma más tiempo y más preámbulo”, detalla.
Silvia Guevara, médica cuencana especializada en sexología, recalca que no hay ninguna contraindicación en que las personas de la tercera edad tengan sexo; sin embargo, sí deben tener precaución si sufren de alguna enfermedad, “deben tener algunos cuidados, por ejemplo, hay quienes tienen artrosis lo que genera que tengan dificultades para ciertos movimientos, pero no significa que no puedan tener relaciones sexuales, simplemente deben buscar la posición adecuada”, agrega.
Los dos especialistas consultados por EXTRA concuerdan en que la etapa de la tercera edad la satisfacción tras los encuentros sexuales es mayor que en la adolescencia y adultez. “Las personas que han llegado con una sexualidad saludable pueden vivir orgasmos y sensaciones muy intensas que van desde los besos, caricias, masajes y estimulaciones sexuales genitales prolongadas: sexo oral y penetración”, detalla el sexólogo.
La lista se engrosa con cada uno de los beneficios físicos y psicológicos que tiene el sexo en los ancianos, desde una ayuda significante al corazón, regulación de la presión arterial, buen estado del sistema inmunológico hasta potenciar los neurotransmisores (endorfinas, dopamina y serotanina) para mantenerse saludables y felices.
La plenitud en el sexo a dicha edad solo se la encontrará gracias a que en la juventud hubo una buena educación sexual y autoexploración para hallar cada zona que genera placer. Rodríguez asegura que los hombres que piensan que el sexo se basa en el coito son los que en su vejez dejan de tener intimidad porque al no tener una erección completa se les acabó su vida sexual, “sin erección es un inútil, si no se ha explorado y sin autorealizarse en la parte íntima también se frustra, si antes no llegaba fácilmente ahora ni soñarlo”, finaliza.