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Cuerpeo
No te ‘aloques’ por el orgasmo
El principal consejo es que no hay que presionar ni pensar mucho en el clímax. El estrés de enfocarse solo en él, puede derivar en no tenerlo.
El orgasmo es la meta que se busca, generalmente, durante las relaciones sexuales. Sin embargo, esta obsesión por llegar al clímax puede repercutir en él y, al contrario, evitar que este pase.
“Lo mejor es conectarse con el ahora, con el presente, con lo que se está viviendo en este momento con la pareja y no pensar en adelantarse a saber si llega o no el orgasmo”, aconsejó Rodríguez.
Propuso un ejercicio para saber si estamos o no conectados con nuestras parejas y es usar los cinco sentidos. “Podríamos pensar en el último encuentro sexual, en cómo olía ella o él, cómo se veía, qué fue lo último que toqué o saboreé. Si no lo recordamos, algo estamos haciendo mal porque quiere decir que no estamos prestando atención”, sugirió el experto.
Villacís añadió que esta obsesión puede acarrear poblemos de pareja. Advirtió que hay amantes que solo se preocupan por su desempeño sexual y lo relacionan con el orgasmo cuando este se mide en muchos otros factores. “Esto hace que esa ansiedad nos lleve a otros estímulos y nos olvidamos de lo realmente importante”, dijo.
Pero no son los únicos conflictos: a la larga puede acarrear en disfunciones sexuales, eyaculación precoz o creen que sus parejas están satisfechas cuando no es así.
Villacís, por otro lado, marcó la diferencia entre la forma de llegar al orgasmo entre hombres y mujeres y lamentó que en el caso de las últimas, por lo general les es más complicado lograrlo por diversos factores que no solo tienen que ver con la sexualidad, sino con niveles socioculturales. Esto deriva en ‘fingir orgasmos’, que es una práctica asociada más a las mujeres.
En los hombres, contó que la creencia más común es pensar que la eyaculación es sinónimo de orgasmos. “Ahí también se puede evidenciar una obsesión porque, por ejemplo, si un hombre no tiene una eyaculación la mujer puede pensar que no le gustó, que no tuvo un orgasmo y empiezan las dudas. Esto pasa por la falta de educación sexual”, dijo.
Pero, ¿cómo reconocer un orgasmo? Aunque reiteraron que no hay que obsesionarse con el clímax, insisten en la importancia de la comunicación y preguntar sobre lo que está gustando y lo que no.
Sin embargo, hay ciertas manifestaciones físicas que pueden alertar al amante de cuándo llega un orgasmo. Además de los espasmos corporales y manifestaciones auditivas como gemidos, risas o alguna palabra, durante un orgasmo puede haber temblores involuntarios, lagrimeos, mareos, sensación de desvanecimiento, pérdida momentánea de la conciencia (quedarse callado y disfrutando de la sensación) y hasta escalofrío.
No obstante, Villacís lamentó que fingir un orgasmo es una práctica fácil que, por lo general se hace para agradar a la pareja o simplemente para dar finalizada una sesión de sexo que no está siendo placentera.
Ante esto, aconsejó evitar esta práctica que termina repercutiendo en el goce sexual individual y, a largo plazo, con problemas en la pareja y fin de la relación por insatisfacción.