La asexualidad es un tipo de orientación sexual que se caracteriza porque la persona no experimenta atracción sexual alguna hacia otras personas. Aunque hay ciertos casos en los que solo siente gustos muy determinados, extraños o puntuales en su vida.

4 dudas sobre la falta de apetito sexual

El sexólogo Xavier García comenta que para entender la asexualidad es necesario despojarse de antiguas creencias que encasillan a la sexualidad en el coito. “La reducimos y la genitalizamos, cuando no es así. Existe un mundo inmenso, que abarca los sentimientos, las emociones, la orientación, la identidad, el deseo... Un sinfín de elementos”, detalla.

Explica que hay muchos factores que intervienen en su falta de deseo sexual. Uno de ellos puede ser, por ejemplo, un trastorno evitativo de la personalidad, que se caracteriza por eludir situaciones sociales o interacciones que impliquen un riesgo de rechazo, crítica o humillación.

Pero no es en todos los casos. No obstante, recalca García, las personas asexuales están completamente a gusto con su elección.

Claro que sí. Entre ellas hay quienes experimentan atracción romántica o intelectual hacia otras personas (y quien no). No solo eso, sino que tienen el deseo de tener una pareja, una conexión íntima y emocional para que sea algo más que una amistad. También hay quien desea tener contactos íntimos o eróticos como los abrazos, cogerse de las manos, o ciertas caricias, y quien no lo desea. Esto depende de la elección particular, no hay un patrón establecido. 

Las personas pertenecientes al espectro asexual pueden ser mujeres, hombres y personas no binarias. Cabe señalar que, en general, los hombres mencionan sentirse peor, debido a las expectativas y la presión social al respecto. Se ven presionados por el entorno y las malas costumbres que los encasillan en determinado ‘rendimiento’.

Esto no es cierto. Hay que aclarar que las personas asexuales no son ‘antisexuales’, es decir, no están en contra del sexo o les parece mal. Simplemente es que no les apetece. Es frecuente que la asexualidad se asocie con el celibato o la abstinencia sexual. Sin embargo, tanto el celibato como la abstinencia responden a decisiones que se toman en la vida erótica y tienen que ver más “con lo que se hace” que con lo que se siente.

Así es, esto es posible, pero si ambos se ponen de acuerdo. Por ejemplo, hay algunas parejas que establecen normas. La persona que es asexual permite a su compañero que tenga contacto carnal fuera de la relación sentimental. Pero estos son casos particulares y cada relación debe manejar su unión de acuerdo a lo que los haga sentirse cómodos y felices. Hay quienes, sin ser asexuales, pueden llevar una vida perfectamente bien sin sexo y por eso pueden enlazarse muy bien con estas personas.