Valiente no es solo el nombre que le dieron sus rescatistas, es su actitud ante la vida. Una cama caliente, una pelota de tenis y las cariñosas manos de sus ‘papis’ adoptivos acariciándola, hacen de ella una cachorra feliz.

Sin embargo, la perra mestiza de pelaje blanco no siempre fue así. En junio pasado fue víctima de una brutal agresión. Seis machetazos no solo le desfiguraron el rostro, sino que además le arrebataron uno de sus ojos.

La primera vez que la modelo quiteña y exparticipante de MasterChef Ecuador, Sharon Cortez, vio a Valiente fue por televisión. Estaba en casa con su esposo, Luis Mayorga, mirando las noticias cuando transmitieron la historia del animalito.

Sharon lo supo desde ese instante. Tenía que ser ella quien le diera un hogar. Tres días más tarde se contactó con la fundación Acción Animal, responsable del rescate. Aun con la certeza de que no sería la única en solicitar la adopción de la cachorra, nada la detuvo y siguió adelante con la solicitud.

Mientras tanto, la perrita entraba una y otra vez al quirófano para que los médicos le reconstruyeran su nariz y así poder respirar, además de reparar su cráneo fracturado por el cruel ataque.

“La percepción del maltrato debe cambiar. Se ha normalizado la agresión a los animales con palos y piedras”, dice Cortez, desde la calidez de su hogar que lo comparte con Vito, un gato; Luis y el nuevo miembro de la familia.

El mejor remedio

En cuanto Valiente pudo recibir visitas, la pareja acudió al lugar en el que la perrita pasaba su recuperación. Lo hicieron varias veces, hasta que la fundación les informó que habían sido los escogidos para adoptarla. El día en que la llevaron al departamento, ubicado en el norte de Quito, su nueva mascota estaba emocionada. Iba sentada a la ventana del auto con su lengua afuera. Sharon había comprado para ella una cama cómoda, comida para cachorros y un par de juguetes para que estuviera a gusto.

“Nosotros teníamos temor de que la agresión le hubiera dejado secuelas, pero no. Ella es increíblemente feliz y se adaptó muy bien”, explica la modelo.

Ni siquiera la presencia del felino parece alterar la tranquilidad de Valiente. Más bien se siente afortunada de haber “heredado” todos los juguetes que Vito ha ignorado por años, comenta Cortez con entusiasmo.

Cada mañana, ella, su esposo y la perrita salen de casa hacia el parque La Carolina. Allí corren durante una hora y luego van a la zona canina, donde juega a traer la pelota. “Por la pérdida de su ojo, le cuesta medir los espacios, algunas veces, está a punto de chocarse con algo, pero logra esquivarlo justo a tiempo”, señala su ‘mami’ adoptiva.

Cuando regresan a casa, Valiente recibe un helado. Le encanta el hielo. También los premios que Sharon le da cuando pone a prueba sus habilidades para sentarse o dar la pata.

Adora a papá

No hay un día en que la cachorra le agradezca a su dueña con muchos lengüetazos el haberle dado una familia cariñosa. Pero si tiene que elegir, su favorito es Luis. “A veces mi esposo solo va al vestíbulo del edificio y ella se pone a llorar. Se calma cuando lo ve entrar por la puerta. Es como su papá”, cuenta. Tanto es el amor que le tienen que hasta le dan un espacio en su cama.

Ambos sienten que su presencia los motiva para luchar por los derechos de otros animales que como ella han sido vulnerados. Incluso trabajan en un proyecto que conjuga sus conocimientos en marketing con su amor por los amigos con cola. “Vamos a diseñar joyas y accesorios para apoyar a la fundación que rescató a Valiente. Como influencers es importante que llevemos un mensaje en contra del maltrato animal” detalla.