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Buena Vida
Tatuajes, el prejuicio sigue latente
Aunque su uso se ha vuelto común, en el ámbito social y laboral aún se opta por disimularlos
Las redes sociales, las películas y hasta las revistas de alta moda poco a poco han ido legitimando y colocando en la categoría de arte el llevar tinta sobre la piel.
Ya sea en blanco y negro, a color, diminutos, enormes, abstractos y con detalles, existe un sinfín de diseños de tatuajes que van desde los más simples a los más espectaculares y dignos de estar enmarcados.
En un mundo cada vez más globalizado donde se comienza a dar importancia al libre desarrollo de la personalidad, existen sociedades como la ecuatoriana que por conservadoras todavía miran con recelo el tema, tanto a nivel social como laboral, pese a que según el Pew Reaserch Center el 40 % de los millennials tienen al menos un tatuaje.
La aceptación hacia quienes los usan, de acuerdo con Cindy Parra, tatuadora con 26 años de experiencia, ha evolucionado en gran medida debido al intercambio cultural. “Hay jóvenes que viajan a otros países y regresan tatuados, cambiando ese chip en su familia, que se dan cuenta de que usar tatuajes no es el fin del mundo. Tal vez no los aplauden, pero ya cambian su percepción sobre el tema”.
Y es que anteriormente las pieles marcadas se identificaban con la vida marinera, ambientes carcelarios y marginales, pero también con rockeros o raperos que no siempre llevaban vidas ejemplares y que en muchos casos estaban implicados en adicciones. Por el contrario, ahora es muy común que sus hijos o sus conocidos aparezcan de un día al otro luciendo con orgullo una mariposa, una frase o alguna figura en determinada parte de su cuerpo.
El boom
“El boom del tatuaje comenzó con Internet y los programas de cable. Esto abrió la mente de las personas, que aunque veían a sus artistas favoritos tatuados nunca habían visto cómo se hacía un tatuaje, que realmente era como ir a una peluquería, elegir el diseño y listo, sin necesidad de estar en un antro ni nada por el estilo”, explica Parra.
Del mismo modo, en cuestiones de género, de acuerdo con la experta, también ha existido un cambio. “Hace 26 años se tatuaban tres personas cada dos semanas y de repente había una mujer. Las que se lo hacían eran chicas que venían de viaje a realizárselo acá por un precio más módico, pese a que no había muchos lugares en los que se tatúe. Ahora, hombres y mujeres se tatúan casi a la par”, enfatiza.
Ocultos o a la vista
Si las familias empiezan a aceptarlos, ¿qué ocurre en las oficinas? El sitio de empleos en línea CareerBuilder consultó a reclutadores sobre qué atributos de apariencia personal impiden ascender, y los tatuajes visibles ocuparon el 31 % de las respuestas.
Muchas empresas hacen valer sus códigos de vestimenta, prohibiendo piercings, tatuajes o estilos de peinado poco comunes, con la justificación de que podrían perjudicar la imagen corporativa, por lo que los empleados que los tienen los ocultan con el uniforme o se los realizan en lugares que no se vean fácilmente.
“Cuando llegan al estudio (de tatuaje) les recuerdo que deben estar totalmente decididos sobre lo que quieren hacerse y la ubicación. Les pregunto: ‘¿Seguro que se quiere hacer algo en el cuello o en las manos?’. No es porque yo tenga prejuicios, sino que en la sociedad donde nos desenvolvemos, un tatuaje puede causarle un problema a un joven de 18 años que tal vez en el futuro sea doctor o abogado”, argumenta la artista.
¿Pero cuánto falta para superar esta percepción negativa en el campo laboral?
Para Rocío Aguilar, psicóloga organizacional, la tendencia es que las empresas innoven en el trato a sus empleados, se preocupen por su clima laboral y por cómo se sienten sus trabajadores, sin importar cómo luzcan. Aunque durante las entrevistas laborales, lo común es que aún los escondan. ENA
- Busca un lugar seguro
Más allá de los estereotipos, uno de los principales temores acerca de los tatuajes, aparte del posible dolor que se experimente y su permanencia, es el riesgo de una afectación a la salud, motivo por el cual la tatuadora Dayana Almeida destaca la importancia de acudir a lugares que cumplan con las reglas de asepsia y seguridad.
Ella coincide con Cindy Parra en que para elegir un buen estudio, más allá de la estrategia de marketing que exista en las redes sociales, hay que fijarse en los acabados, en el testimonio de las personas, las recomendaciones y sobre todo el “boca a boca”.
Esto además de informarse lo suficiente sobre el proceso, los cuidados e incluso las tendencias.
“La realización del tatuaje lastima los poros, la primera capa de la piel se hiere y deja piel muerta que debe mudar. Para que se hidrate esa zona, se debe aplicar un bálsamo para ayudar a la piel, de manera que la tinta quede más brillosa”, manifiesta la especialista.
- Datos
-La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que las personas tatuadas sí pueden donar sangre, pero entre seis y doce meses después de su último tatuaje.
-El 40 % de los millennials tienen al menos un tatuaje, según el Pew Reaserch Center.
-En la India es común ver a mujeres usar tatuajes temporales con henna (tintura natural), los que además se han convertido en un recurso artístico que dicen favorece la felicidad, la fertilidad y la protección contra el mal de ojo, con una profunda simbología hindú.
-Según la leyenda de la Polinesia, los tatuajes son de origen divino. Por lo general, los hombres son quienes los lleva al estilo tribal.