Las caídas de agua cristalina que brotan de las montañas, la vegetación que la rodea y su biodiversidad producen una sensación placentera que motiva a permanecer más tiempo en ese ambiente.

Esto se percibe en el recorrido de las Siete Cascadas de Sapanal, uno de los mayores atractivos turísticos del cantón Pangua, por lo cual es conocido como el ‘Paraíso Escondido’ de la provincia de Cotopaxi.

A lo largo de 14 kilómetros aproximadamente, entrando por una carretera de segundo orden por el cantón La Maná, se conecta con este espacio natural también conocido como Las Chorreras.

En la cabaña Victoria se ofrece a los turistas platos a la carta, para pasarla en familia. Allí, María Briones, la administradora, también da las indicaciones para que lo visitantes puedan realizar el recorrido por las cascadas.

La primera caída de agua, bautizada como San Martín, en honor a los propietarios del predio, se halla a 10 minutos del inicio de la caminata.

La segunda cascada es llamada Escondida, porque está oculta entre grandes piedras. Está la llamada del Amor, a la que acuden a bañarse las parejas.

Pero otra de las más llamativas es una caída de agua de más de 90 metros que es cautivante. Es la cascada del Tobogán, preferida por los turistas porque pueden deslizarse con el agua por las piedras lisas. Todas invitan a darse un chapuzón relajante.

RUINAS DE UNA CIUDAD

Edmundo Rivera, nativo de la zona, indicó que existen otras cascadas poco conocidas por la dificultad para acceder a ellas.

En el listado de los atractivos turísticos de Pangua también se cuenta con unos vestigios que se hayan en la vía El Corazón-Latacunga. Es Angamarca la Vieja, comúnmente llamada Ciudad Perdida.

En el sitio están a la vista unas piedras de lo que antiguamente fue una comunidad de los de incas.

Además de las ruinas de la población de la era precolonial, sus cascadas y su belleza natural, en Pangua existe una capilla con la imagen de la Virgen Dolorosa, a la cual fieles católicos le atribuyen muchos milagros.

Visitarla es toda una tradición religiosa y en el último día de mayo de 2021, con la imagen en hombros, devotos hicieron una peregrinación desde la parroquia El Corazón hasta la gruta de La Dolorosa, en Piguapungo, pidiendo para que termine la pandemia y todo vuelva a la normalidad.

Allí, el párroco Óscar Tapia instó a los creyentes a seguir manteniendo su fe, fortaleciéndola en medio de las dificultades. Así, con su naturaleza y vestigios arqueológicos, los panguenses muestran su identidad, belleza y tradición. 

Leonardo Barrionuevo, estudioso de la historia de esta ciudad cotopaxense, sostiene que estos terrenos eran bastante agrestes y con el paso del tiempo hicieron “sembríos de caña de azúcar cuyo objetivo fue la producción de panela y aguardiente”.

En diversas áreas existen trapiches en los cuales extraen jugo de caña para la producción de licor.

Además, cultivan productos tanto de la Sierra como de la Costa.