Todos conocen la famosa posición del 69. O al menos han oído hablar de ella. Sin embargo, muy pocos saben de la existencia del 68. No te dejes engañar, que sea un número menos, no significa que habrá menos placer, de hecho, es todo lo contrario.

Es menos democrática que el 69: solo un miembro de la pareja podrá disfrutar a la vez. Pero eso es justamente lo que la hace una posición muy especial, pues al solo ser uno el que recibe placer, el otro tiene los cinco sentidos para concentrarse en ofrecer lo mejor de sí y satisfacer a su compañero o compañera sexual.

El 68 es básicamente una nueva variante del clásico 69. La postura implica que uno de los dos se tumbe en el suelo con las piernas dobladas. La otra persona se acuesta en la dirección contraria, con la cabeza sobre los muslos de su pareja.

El especialista y sexólogo, Walter Ghedin, explicó a Infobae que “como no es una pose cara a cara dispone mejor la atención para realizar el sexo oral en el que está abajo y para que el que está recibiendo el placer oral se pueda concentrar en las sensaciones placenteras que le despierta”.

En un estudio realizado en España —por Barómetro - Control 2016— se revela que las dos posturas que ganan por goleada son el ‘misionero’ y ‘el perrito’. Sin embargo, en esa misma investigación se exponía que el 87 % de los jóvenes está deseoso de probar cosas nuevas cuando de practicar relaciones íntimas se trata.

Entre las posturas más mencionadas aparece la de ‘El ángel de la nieve’, sólo apta para auténticos contorsionistas y ‘El polinesio’, adorada por los más atrevidos.

Últimamente, el 68 (que no se encuentra en el libro del Kamasutra) está dando mucho que hablar en Internet. Ha recibido el calificativo de “postura definitiva” por algunos de los que han decidido incorporarla a sus rutinas. Aunque es una postura que no incluye penetración, muchos aseguran que es capaz de provocar el orgasmo de manera mucho más rápida e intensa.