¡Alegría! Sasha, uno de los tres bebés que nacieron sin ojos a nivel mundial, encontró un hogar luego de ser abandonado por su madre, quien sabía de la condición de su hijo, a los seis meses de nacido.

El infante ruso nació sin ojos producto del Síndrome de Anoftalmía SOX2, el cual su madre era conocedora desde las 31 semanas de gestación. Desafortunadamente, el niño fue abandonado por su progenitora porque pensó que no podía ofrecerle la ayuda necesaria a medida que la enfermedad avanzara en su 'retoño'.

“No es diferente a otros niños, juega y sonríe como cualquier bebé sano”, dijo una enfermera. “Le encanta jugar y nadar. Es un bebé muy alegre”, añadió.

El síndrome de Anoftalmía es hereditario

El síndrome de anoftalmia SOX2 se da por falta de la proteína que regula la actividad de otros genes que son importantes para el desarrollo del ojo. Este problema es de herencia autosómica dominante; es decir, se necesita una sola copia del gen afectado (un alelo) para causar este problema.

Algunas personas afectadas con este síndrome nacen con el esófago bloqueado que generalmente se acompaña de una conexión anormal entre el esófago y la tráquea.

Sabiendo esto, los médicos manifestaron que no hay esperanzas de que el bebé ‘sin ojos’ pueda ver. Pero hay algo alentador: le han implantado orbes oculares para que su carita no se deforme a medida que va creciendo.

Además de ganarse el cariño de la gente, lo han descrito como un "bebé tranquilo y sonriente”, y cómo no estarlo cuando se está ‘chocho’ con su nueva familia.