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Santa Elena: Tesoros bajo el mar
Restos de naufragio son parte de riqueza subacuática. Una comuna peninsular recibió su nombre por los hallazgos de monedas en la playa
En la costa de la provincia de Santa Elena desde siglos pasados yacen misteriosos tesoros en el fondo del mar, muchos de los cuales aún no han podido ser descubiertos.
Entre esas riquezas se cuentan aquellos restos de buques coloniales que zozobraron y se hundieron en diferentes sectores del litoral y por el paso del tiempo son parte del patrimonio cultural subacuático del mar territorial.
Según historiadores, entre esos tesoros patrimoniales se cuentan el galeón conocido como La Capitana, que navegaba desde Perú hacia Panamá con destino a España y el 16 de octubre de 1654 se sumergió.
Aquel buque transportaba riquezas de Perú y Bolivia y se hundió frente a las costas de Chanduy, en la zona sur de la Península. En las crónicas españolas se narra que luego del naufragio hubo intentos de rescatar el tesoro. No se pudo.
Félix Lavayen, director de la Casa de la Cultura de la península, señala que lo que parecía una fábula tomó fuerza en el siglo XIX cuando en un brazo de mar entre Chanduy y Ancón hallaron unas monedas de oro.
En ese entonces aquel sector no estaba poblado y personas que se dedicaban al pastoreo de ganado que iban a la orilla del mar hallaron monedas. Por estos hallazgos muchos ciudadanos optaron por asentarse en el sitio y dieron origen a la población que hoy se conoce como El Real.
Lavayen dijo que por las monedas encontradas entre la playa y el estero, y como en el país estaba en auge la moneda del real, “las personas pensaban que cada moneda encontrada valía un real”, y por aquello llamaron a la comuna El Real.
David León, morador de la población El Real, coincide con Lavayen y asegura que los primeros habitantes de este sitio narraban que una misión extranjera llegó a investigar y decía ser de parte de la realeza española.
“Los ancianos comentaban que la palabra realeza se la vinculó con el real y por eso le pusieron así al pueblo”, señaló León.
Capitán en expedición
Yolanda Pazmiño, quien estuvo casada por medio siglo con Alberto Dillon (fallecido), un intrépido navegante, confirmó que su esposo ayudó a una expedición que llegó desde La Florida (EE.UU.) hace 26 años para el rescate de los tesoros de La Capitana, en 1997.
El galeón fue hallado a dos millas de la costa de Chanduy y a veinte metros de profundidad y parte de las reliquias rescatadas reposan en los museos del país. La otra parte, de acuerdo con la ley, fue entregada a quienes formaron parte de la misión.
La familia Dillon posee una hospedería en el balneario de Ballenita en donde armaron un museo y en el que exhiben varias de las piezas rescatadas de La Capitana.
En el museo náutico Farallon Dillon se observan restos de madera, anclas, timones, entre otros objetos que estuvieron por más de cuatro siglos bajo el mar.
El investigador peninsular Erick López manifiesta que en la época de la conquista habrían ocurrido varios naufragios. Además de La Capitana otro galeón que sucumbió fue el Santa Leocadia. Se lo buscó sin éxito.
Según López en esta zona existen nueve sitios en donde se han encontrado anclas españolas, yunques y otros objetos antiguos.
En el antiguo puerto de La Libertad existe un área que se denomina “el barco hundido”, en alusión a un naufragio de hace varios años y que sería parte de los tesoros que permanecen bajo el mar.