Una de las razones por las cuales los médicos recomiendan reducir  las comidas con grasas en las dietas diarias y hacer más ejercicios es para que su hígado no se enferme.

Esteban González Domínguez, médico gastroenterólogo y hepatólogo del hospital Santa Inés de Cuenca, sostiene que por cada cinco pacientes, dos, en promedio, presentarían hígado graso (esteatohepatitis).

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El también profesor investigador de Gastroenterología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca, precisa que el órgano se afecta cuando las grasas se van acumulando dentro y si esto sucede, de manera exagerada, puede causar la muerte de la célula hepática.

De ahí la importancia de prevenir tal acumulación, porque de ser crónica puede llevar a la sustitución de las células hepáticas por células fibrosas. “Hoy en día, la principal causa de la cirrosis es el hígado graso”, detalla el profesional.

Actualmente, el sobrepeso, dislipidemia (colesterol alto), sedentarismo, que incluye el llamado técnicamente como síndrome metabólico, se viene tornando una pandemia mundial, y “una de las complicaciones de este síndrome es el hígado graso”, detalla González.

Lo preocupante es que una persona puede tener hígado graso y no presentar ningún tipo de síntoma o signo, hasta cuando sea muy tarde, por ello, el médico catedrático califica al hígado graso como un “asesino silencioso”.

Las personas que más tienden a padecer de hígado graso son aquellos que presentan diabetes, quienes tienen colesterol alto y entre los usuarios que llevan una vida sedentaria, que no se ejercitan y tienen aumento de peso.

Por esta causa es que continuamente los especialistas recomiendan modificar los hábitos en su alimentación, que las frutas y verduras predominen en sus platos diarios, comer cereales integrales.

Además de evitar las grasas saturadas, debe beber mucha agua y mantener rutinas de ejercicios para controlar su peso. Así su hígado no le pasará factura.

Consulta. La importancia de la atención médica y acudir al especialista es porque puede tener un diagnóstico en fases iniciales y recibir un tratamiento para evitar la progresión a cirrosis.

Exámenes. Con un análisis de sangre, con pruebas de imágenes, como una ecografía, los médicos pueden detectar el estado de su órgano hepático. En caso más grave disponen una biopsia.

Nutrición. La salud del hígado y de todo el organismo depende de lo que come, pero hay alimentos necesarios por ser antioxidantes y proporcionan fibra, como la avena, verduras como el brócoli, la cúrcuma, el aguacate.

Ojo a recomendaciones. Cuidado con ciertos remedios naturales que se recomiendan de boca en boca, porque no hay un nivel de evidencia científica. Consumo de ciertos tés o jugos debe ser consultado.

Funciones. El hígado cumple múltiples funciones: excreta la llamada bilis, la cual ayuda a la digestión, descomponiendo las grasas; procesa la sangre; produce ciertas proteínas.

Evite el alcohol. Las bebidas alcohólicas también son enemigas del hígado, porque se metabolizan a través del órgano, y por el consumo excesivo puede generar que este se inflame.. (JM-IC)

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