Exclusivo
Buena Vida

Jorge Apugllón retrata en sus obras vestimentas, costumbres y tradiciones andinas.Patricia Oleas

Riobamba: Pincel con identidad andina

Jorge Apugllón pinta la cultura y tradiciones indígenas. Artista busca que los jóvenes valoren el legado de sus taitas y mamas. Extranjero le enseñó

El mundo de contrastes, colores, acuarelas, lienzos y pinceles llevó de vuelta a sus raíces culturales a Jorge Apugllón. El pintor chimboracense está empeñado en mostrar la riqueza que rodea a los pueblos andinos y, sobre todo, busca que las nuevas generaciones valoren el legado de sus taitas y mamas.

Ñawi (Ojo) es la más reciente exposición con la cual el pintor del pueblo Puruhá retrata su forma particular de ver la vida, la cultura y tradiciones de las diferentes comunidades indígenas por donde ha transitado.

La muestra está abierta al público hasta el 29 de enero de 2021, en la sala itinerante de la Casa Museo de Riobamba.

“Son cuadros identitarios con el interés de mostrar la realidad, las necesidades y la forma de vida; una imagen está ahí, no necesita palabras para despertar diferentes emociones”, explica.

El pintor chimboracense expone en la Casa Museo de Riobamba, la muestra podrá verse hasta el 29 de enero.Patricia Oleas
La pasión por el arte brotó en Jorge cuando en su juventud conoció a un italiano, en una fundación en Pujilí (Cotopaxi). El europeo le enseñó todo sobre la pintura, inclusive le compró sus primeros cuadros. “Vi y le pedí que me enseñara. Me gustó como forma de vida”.

Su vida no ha sido fácil, nació en la comunidad de Achupallas (Alausí), pero de niño emigró a la capital con su familia. Su padre Alfonso Apugllón, oriundo de Guamote, se dedicó a la construcción y su madre Rosario Aneta, de Alausí, vendía legumbres en el mercado. “Nosotros trabajamos con ella, en las calles, vendíamos legumbres”, recordó.

Cuando su mamá lo matriculó en una escuela tuvo su primer encuentro con la discriminación y racismo de esos años.

“No hablábamos un buen castellano y la profesora citó a mi madre y le dijo: ‘Si sus hijos no hablan bien el castellano no pueden seguir aprendiendo’. Desde ese día se acabó el kichwa, mi madre nos prohibió hablar”, comenta. Ya adulto retomó su lengua nativa.

Luego, por inconvenientes económicos, Apugllón dejó la escuela. A los 18 años un amigo le contó sobre la fundación donde podía aprender carpintería, técnicas de cerámica y vidrio, pero él se inclinó por la pintura y ahora plasma la riqueza cultural de las comunidades.

“Saqué mi licenciatura en artes, regresé a mi tierra y he visto tanta diversidad, es increíble, en mi misma casa tengo familia en Guamote y Alausí, y siendo las dos indígenas, son tan diversas en la vestimenta, el color de los ponchos, la forma, todo tiene un significado, y la mayoría de la gente ni siquiera lo percibe, así que debía mostrarlo”, exclama orgulloso de sus raíces.

Con su pincel, el artista recrea las tradiciones de comunidades donde ha estado.Patricia Oleas

Prepararse para compartir

Jorge Apugllón lleva aproximadamente ocho años en esta actividad, pero desde hace dos prefiere los murales. “Los cuadros son para quien los puede pagar, esto los hace un poco elitistas, mientras que un mural está a la vista de todos, es un medio de comunicación poderoso”, afirma.

Sus obras han llegado a México, Colombia, Suiza y Alemania y ha participado en exposiciones en Colombia y Perú. Ahora busca una beca para mejorar sus técnicas y regresar para trabajar en proyectos con la niñez y juventud de las comunidades indígenas. (PO)