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Redes sociales: ¿Qué sentimos cuando no nos dan like?
A menudo, las personas sienten un desánimo cuando nadie les comenta de forma positiva en sus publicaciones. Además, poseen síntomas de estrés cuando ven a alguien que tiene más likes que ellos. ¿Qué de cierto hay en esto?
Las redes sociales han generado ciertos padecimientos en la gente como ansiedad o tristeza, por lo que se han vuelto un vicio para muchos. De hecho, se puede llegar a sentir angustia cuando sus seguidores no reaccionan ante sus posteos.
Esto sostiene la psicóloga Sharon Sánchez Zalamea, quien se especializa en lenguaje digital en la Universidad San Francisco de Quito, donde analiza el gusto de las personas hacia el uso de las redes sociales. Sánchez las cataloga como gente “enredada”.
“Lo más complicado para un bloguero o para una persona común y corriente es fingir por redes que siempre esta contenta. Hay personas que se sienten tristes sobre todo cuando piensan que tienen que mostrar una vida perfecta en sus plataformas digitales y eso es lo que menos piensan los internautas”, explica la psicóloga a EXTRA.
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La también experta en animación y arte digital menciona que a pesar de que una persona posea millones de seguidores no le garantiza que sea víctima de una “tristeza interior”, y esto gracias a la sobreexposición que hay en los social medias.
“Hay casos de instagramers e influencers que han hablado sobre su estado de ansiedad en redes, muchos la llaman sadfishing, pero esta infelicidad —por así decirlo— es ocasionada por la sobreexposición mediática 3.0”, relata.
Por eso no hace falta ser influencer y vivir de las redes sociales para experimentar estrés, ansiedad e incluso depresión por depender en exceso de ellas, la especialista afirma que para aprender a detectar si estamos abusando de las redes sociales y para encontrar soluciones a los problemas que genera esta hiperconectividad —mal entendida y mal usada— es necesario conocer el entorno real de la persona.
“Cada vez es mayor el número de personas que están demasiado conectadas a redes sociales de diferentes tipos y a la vez muy desconectadas de sí mismas“, explica, ya que de cierto modo las personas se vuelven adictas, como cualquier otra droga que comienza como algo inofensivo y divertido.
Es importante saber —dice Sánchez— que todo comienza con una publicación de una foto y de repente ‘llueven’ los me gusta. “¿Qué persona no se siente bien cuando tiene muchos likes en sus redes sociales? Incluso la gente empieza a ‘sacar pica’ a sus amigos”, afirma la quiteña.
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Básicamente, el problema es que con el tiempo es posible quedarse atrapado en un círculo vicioso en el que necesite de ‘me gusta’ y comentarios positivos en las publicaciones. Es decir, que si los ‘me gusta’ y las interacciones escasean, entonces, es posible tener cierto sentimiento de estar ‘perdido’ y esto puede hacer que la persona tenga problemas emocionales”, aclara.
Es que a nivel emocional, cuando alguien se conecta de forma incontrolada —apunta la experta— se desconecta de sí mismo, de lo que siente, de donde está y de lo que está haciendo. Y todo eso, teniendo en cuenta que ocurre cuando nos conectamos a redes sociales “inundandas de vidas de color de rosa, donde solo se muestra lo que se quiere enseñar”, puede llevar a una devaluación personal, a sentir vacío o a vivir tu propia vida a través de las vidas de los demás.
“Todo esto provoca que las personas puedan sentirse nerviosas, irrascibles y frustadas por no obtener sus deseos (que le den un like a sus publicaciones) o por el contrario experimenten una falsa euforia porque han obtenido buenos resultados en sus publicaciones de forma puntual”, detalla.
Depender de likes: ¿Baja autoestima?
Para Arturo Pilco Mindiola, también psicóloga clínico, es muy fácil ser dependiente de las reacciones positivas que se reciben y que la felicidad tenga que ver con ello, es una adicción difícil de superar. “Tu dispositivo móvil es una herramienta de comunicación pero en realidad, te estás convirtiendo en su rehén”, dice.
Por lo que menciona que el primer paso para aprender a escapar es comprender que la necesidad constante de ellos (los me gusta) suele ser un síntoma de baja autoestima.
“Si puedes aprender a aumentar tu autoestima, podrás romper las cadenas mentales y emocionales que te atan. Pero claro, tener una buena autoestima no es tarea sencilla, pero no es imposible. Tendrás que trabajar duro y practicar los consejos y técnicas más efectivas”, aconseja.
Es importante recalcar que no todo el mundo controla igual esa dependencia ni a todo el mundo le afecta por igual el uso de las redes sociales. “Como ocurre con otras adicciones, no todas las personas son igual de vulnerables. La vulnerabilidad está más en función de factores de riesgo personales y sociales como pueden ser, por ejemplo, la baja autoestima, la necesidad de aceptación, necesidad de pertenencia a un grupo...”, explica.
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Cómo saber si hay dependencia
El psicólogo Arturo Pilco detalla a EXTRA algunos puntos.
- Si sientes la necesidad de mirar las redes sociales numerosas veces al día o si es lo primero que haces al levantarte.
- Si sustituyes las conversaciones cara a cara con charlas a través de internet en las que se sientes más cómoda.
- Si salir de casa sin tu teléfono es sinónimo de estrés o si te mantienes ‘pegado’ al WhatasApp todo el día.
Que las redes no te controlen
Recuerda que las redes sociales son una herramienta de comunicación y en ningún caso son una para que te ‘machaques’ la autoestima.
“No te compares con esas vidas ‘perfectas’ de los demás. No te pases horas mirando el Facebook o el Instagram, y si tienes 10 ‘me gusta’ es igual de bueno que si tienes 1.000. Porque no importan los ‘me gusta’ que tienes, si no que estás compartiendo las cosas que quieres con las personas que consideras oportunas. ¡No busques reconocimiento social, ni aprobación de nadie!”, resalta Pilco.
Asimimo, enfatiza en cuidar tu vida fuera del mundo virtual. “Si quieres ser feliz de verdad, pasa tiempo de calidad con las personas que quieres. Conecta con personas que tienes lejos a través de las redes... Pero no te conviertas en el rehén de las redes sociales”, concluye.