La pérdida auditiva no solo se queda en ‘no oír bien’. Según un estudio respaldado por el Centro de Investigación y Estudios Amplifon, esta condición podría acelerar el envejecimiento cognitivo hasta en un 40 % y triplicar las posibilidades de desarrollar demencia. Pero, ¿cómo algo tan común puede impactar tanto el ‘mate’?

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El oído y el cerebro trabajan en equipo. El sistema auditivo, además de ayudarnos a escuchar, mantiene al cerebro activo. Según la audioprotesista Érika Martí, de GAES, “el cerebro también recibe estimulaciones del exterior mediante los sonidos, los cuales favorecen a la capacidad cognitiva de las personas y promueven varias funciones como la creatividad”.

Así, entonces, cuando el oído deja de captar esos sonidos, el cerebro pierde esa gimnasia auditiva y se facilita su deterioro.

Por otro lado, cuando enfermedades como el Alzheimer comienzan a manifestarse, suelen impactar áreas del cerebro que controlan la audición. Esto hace que los problemas de audición puedan ser una señal temprana de alerta.

Cifras que preocupan

Un estudio realizado en Australia, con más de 37.000 hombres de 72 años en promedio, confirmó que quienes no usaban audífonos para corregir su pérdida auditiva tenían un 69 % más de probabilidades de desarrollar demencia, comparados con quienes escuchaban normalmente.

Y es que, según la Organización Mundial de la Salud, más de 55 millones de personas viven con demencia en todo el mundo. La mayoría residen en países de ingresos bajos y medios, donde el acceso a cuidados auditivos es limitado.

La conexión entre la pérdida de audición y la demencia nos recuerda que el oído no es solo un canal para disfrutar música o conversaciones: es una puerta que mantiene nuestro cerebro saludable.

Así que si tú o alguien cercano siente que ya no escucha como antes, no lo ignores. Una revisión a tiempo podría ser la clave para mantener no solo una buena audición, sino también una mente activa.

¿Qué hacer para mejorar la pérdida auditiva?

• Aceptar el problema: Admitir que existe una disminución en la audición es el primer paso para recibir un diagnóstico adecuado y comenzar un tratamiento que no solo mejora la capacidad auditiva, sino también la calidad de vida.
• Gestionar emociones: Enfrentar la pérdida auditiva de manera consciente y sin prejuicios facilita manejar las emociones asociadas, permitiendo superar etapas difíciles y enfocarse en soluciones prácticas para una vida más plena.
• Cuidar los panas y la familia: Abordar a tiempo la pérdida auditiva ayuda a mantener una vida social activa, fomentando la comunicación con familiares y amigos. Esto no solo evita el aislamiento, sino que también protege la salud mental.
• ¡Corra al doctor!: Consultar a un especialista en salud auditiva brinda acceso a tratamientos personalizados, como audífonos, que no solo optimizan la audición, sino que también contribuyen al bienestar emocional y físico.

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