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Buena Vida

El acoso ocurre sin importar el estilo de vestir.Shutterstock

El piropo, un enemigo para conquistar

Hay personas que lo asocian con acoso, por eso es importante que analices la expresión.

Una de cada tres mujeres reciben “piropos” en las calles de Ecuador. Lo importante es identificar cuando un piropo se transforma en acoso, así lo afirma la psicóloga María Paredes, especialista en temas familiares. “Si un mensaje te incómoda tienes la libertad de manifestarte. En la calle hay muchas expresiones innecesarias”, enfatiza la experta.

Actualmente, en el país, se afianzó la conciencia de género. Hay mujeres que sienten que lo piropos son abusivos. La especialista recomienda que si un hombre quiere elogiar a una mujer existen otras maneras e incluso podrías conseguir hasta una cita, pero “si cinco hombres que van en un carro le lanzan besos se sentirá asustada y acosada. Tendrá temor a que le hagan algo”.

Una realidad: el feminismo ha crecido y busca, entre otras acciones, impulsar el respeto hacia la mujer.

  • Para ellos
​(Antes de lanzar un “piropo” analiza lo siguiente...)
​- ¿Eres un buen poeta? Si no es así no hay necesidad de que digas nada. Cuidado lanzas palabras inapropiadas que ni una mujer quiere escuchar.
- ¿Cómo crees que se siente la mujer? Hay estudios que revelan que se siente vulnerable, amenazada y con esto no conseguirás ni una cita.
- Las mujeres no se visten para que las piropeen o les falten el respeto. Se ponen lo que ellas deseen y por lo general no les interesa las opiniones.

Importante

El acoso ocurre sin importar el estilo de vestir, si eres joven o mayor, delgada o gruesa, alta o baja, en fin... “Un tipo que te grita: ’mamita rica, qué buena que estás’, o ’ahí me termino de criar’. jamás tendrá una relación sana”, dice la especialista.

¿Qué dicen ellas?

A muchos hombres se les olvida que nacieron del vientre de una mujer, por eso, antes de faltarnos el respeto piensen que lo mismo podría recibir su mamá, su hermana o su hija... Deben de pensar en el detalle antes de lanzar groserías”, Ingrid Celi - Guayaquil

“Cada vez que los escucho y puedo identificarlos los acuso con quien pueda. En la calle siempre hay policías o guardias. Obvio hay límites, y las frases que están relacionadas con el deseo sexual no las aguanto”, Allison Moya- Daule