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Salud

Un treinta y cinco por ciento de los pacientes con rinitis alérgica no recibe un tratamiento adecuado.Pixabay

¡Pilas con la rinitis alérgica, te impide descansar!

Esta enfermedad inflamatoria puede afectar a tu rendimiento escolar, la productividad de tu trabajo, incluso tus momentos de socialización.

Los estornudos, comezón, secreción nasal, congestión, y en ocasiones la falta de olfato son algunos de los síntomas de la rinitis alérgica, los cuales por lo general suelen ser confundidos con la gripe común o resfriado, motivo por el cual no se recibe el tratamiento adecuado.

En esta semana, que se celebra la Semana Mundial de la Alergia, la Organización Mundial de la Alergia (World Allergy Organization, WAO) recomienda no pasar por alto los efectos de esta afección, que cuenta con una prevalencia de hasta el 25% en los niños y el 40% en los adultos, en todo el mundo.

Esta enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasal está asociada con el asma y se calcula que 19 a 38% de los pacientes con rinitis alérgica tiene asma y que 85 a 95% de los pacientes asmáticos tiene rinitis alérgica.

Se presenta cuando una persona susceptible se expone a partículas derivadas de plantas, animales, polvo, gases, moho, polen y ciertos líquidos como perfumes o cremas, conocidas como alérgenos.

El asunto no únicamente son los molestos síntomas, sino que esta alergia te puede producir dificultad para dormir y por ende presentarás fatiga al día siguiente… y no queremos asustarte, pero esta duraría todo el día, perjudicando tus actividades cotidianas como trabajar, estudiar, atender la casa, etcétera. No podrás rendir al 100 por ciento.

“Con la rinitis alérgica uno puede privarse de simples placeres como: disfrutar un día de campo, recibir un arreglo de flores o tener una mascota”, comentó la doctora Cristina Chávez.

Por eso es necesario un diagnóstico médico certero que debe incluir una prueba para determinar qué alérgeno desencadena estas molestias. Asimismo es importante hacer un interrogatorio que brinde información sobre los síntomas como: la frecuencia, duración e intensidad, así como una exploración física nasal y, si lo considera conveniente, una endoscopia nasal.

“Existen fármacos que ayudan al manejo de los síntomas por un tiempo prolongado de hasta 24 horas. Por ejemplo, los antihistamínicos de segunda generación (como la fexofenadina). Este tipo de medicamentos de venta libre, reduce el congestionamiento nasal, estornudos, ojos llorosos, urticaria, así como picazón de nariz o garganta”, afirma la galena.