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Familia

Esta práctica la realizan más hombres que mujeres, pero eso no significa que ellas no lo practiquen.fotoMontaje: Kelly Gil

'Pilas' con los 'doble vida', las personas que tienen dos hogares

Esta práctica tiene que ver mucho con la conciencia. En algunos casos hay confrontación entre parejas y en otros se hacen ‘de la vista gorda’ por la dependencia financiera

No te alcanza el tiempo ni el dinero. Con frecuencia te ausentas de actividades familiares (viajes, fiestas, etcétera) y no es precisamente por exceso de trabajo, sino porque te toca pasar con los miembros de tu hogar ‘tapiñado’.

“Esta manera de vivir es falsa, no da paz. Se puede disfrutar de la mentira y ser descarado por un tiempo, pero luego vienen consecuencias, que suelen ser la soledad y el abandono de los suyos”, menciona José Saldarriaga, máster en psicología clínica.

Conciencia, ¿dónde estás?

Contar con dos hogares “tiene que ver más con el nivel de conciencia que tiene el individuo y si este es mayor o menor que el de sus impulsos”, analiza Andrea Cueva, psicóloga clínica y terapeuta de parejas.

Saldarriaga indica que el infiel podría ser egocéntrico y manipulador, inmaduro emocionalmente, presenta baja autoestima, problemas de comunicación; acostumbra a mentir y evita el compromiso.

Más él que ella

Los hombres son quienes más practican este tipo de infidelidad, pero eso no significa que ellas no lo hagan, dice el especialista.

Cueva, por su parte, señala que culturalmente se naturaliza esta conducta. “Si se piensa que está bien, se propaga, incluso mujeres podrían justificarla. En especial aquellas que pasan los 50, si sienten que no peligra su estatus de esposa ni el legado de sus hijos, podrían dejarlo pasar”, dice.

A esto se suma que “el sistema mantiene la idea de que el que tiene dos mujeres es el más fuerte, bacán, el maestro, se lo refuerza culturalmente”, según el psicólogo.

Toda verdad sale a la luz y en algún momento el infiel puede caer en la mentira porque lo ‘sapearon’. “Hay muchas formas de que esta situación se conozca, puede ser mediante amigos, familia y del entorno en el que nos desenvolvemos e incluso la misma persona puede revelar su infidelidad debido a la culpa que siente”, concluye la terapeuta.

Cuando lo ‘cacharon’

Cuando se descubre la infidelidad en el hogar, la persona engañada vive varias emociones, como decepción, rabia, frustración, resentimiento, venganza y deseos de desquitarse; depende mucho de su estado emocional. En los hijos, al ver este hecho, se les derrumba el concepto que se tenía de la familia y puede generar rebeldía y hasta odio, expresa Saldarriaga.

“En algunos casos se da el divorcio, pero la mayoría que tiene esta doble vida niega todo lo actuado, deja que se calmen las aguas y con el tiempo cambia las estrategias y se vuelve al juego”, asevera el experto.

Cueva menciona que las emociones y los sentimientos manifestados en los engañados se darán según el nivel de vinculación que se establecieron. 

EXTRAtips

1. Quien engañó vaya a psicoterapia. Así averiguará qué le motiva a vivir de esta forma, de pronto sus amigos también lo hacen, se da por frustraciones pasadas, tiene miedo al fracaso, el experto ahondará las razones, pues cada caso es diferente.

2. La familia también debe buscar ayuda. De esta forma podrá canalizar las emociones que están viviendo, que lo hagan las parejas del sujeto y los hijos, en caso de tenerlos. En sesiones se trabaja el dolor, culpa, resentimiento, negación del problema, etcétera. 

“Esto no es poliamor, porque en él existe el consentimiento expreso de los involucrados y en este caso hablamos de mentira y falsedad”.José Saldarriaga, psicólogo 
Trate de disfrutar de su familia al máximo y no se complique la vida teniendo otro hogar.Pixabay
“Al quedarse desprotegidas económicamente podrían aceptar la infidelidad. Se daría más por dependencia económica que por estar ligada emocionalmente”.Andrea Cueva, psicóloga y terapeuta