Dentro de una relación no siempre es luna de miel. Al inicio todo es lindo, pero las discusiones y los desacuerdos llegan de la nada y de un momento a otro. Tampoco debes satanizar ciertas actitudes, por ejemplo, las peleas de pareja sirven para expresar lo que se siente y escuchar al otro para llegar a acuerdos.

¿Cuándo debemos preocuparnos? Cuando se presentan con frecuencia. En estos casos, hay que analizar lo que ocurre.

“Para solucionar los conflictos hay que saber hasta qué punto estoy yo dispuesto a llegar a los acuerdos. No hay relación de pareja sin acuerdos. Es importante llegar a una mediación para evitar una crisis. Y si ya la situación se sale de las manos, hay que buscar ayuda profesional”, explica el psicólogo Gino Escobar a DOMINGUERO.

Para solucionar los conflictos, es importante que utilices una comunicación asertiva basada en el respeto. Y ten presente expresarte siempre de manera clara y tranquila.

La inseguridad

Los celos, la dependencia y el control arruinan la relación. La inseguridad es una fuente de conflictos y se presenta por el miedo a ser abandonado.

Por el pasado

No es bueno recordar los malos ratos. Si ya hiciste un reclamo en su momento, es suficiente. No desperdicies tu energía. Esta acción podría derivar en ansiedad. Se produce por un cúmulo de sentimientos y emociones que no fueron expresados o no fueron gestionados correctamente.

Mala comunicación

Este es el motivo más común. No supongas. Si no te expresas bien, es posible que tu pareja no entienda lo que quisiste decir.

Las falsas expectativas

No idealices tu relación ni seas exigente formándote expectativas en tu cabeza, porque cuando no se cumplen llega la frustración.

No hay respeto

Si sientes que te lastima emocional o psicológicamente, o te agrede, busca ayuda de un profesional. No olvides poner límites.