Si una mascota está con sobrepeso, debemos evitar que llegue a la obesidad. Entre el exceso de peso y llegar a los extremos hay un trecho muy corto. “Es necesario conocer si alrededor de ese perro o gato hay factores que lo predisponen a dichas condiciones, por ejemplo, raza, enfermedades metabólicas, sobrealimentación, sedentarismo, dietas ricas en carbohidratos, entre otros”, explica la veterinaria Mariella Chacón. 

Así este sana, la mascota debe visitar al veterinario por lo menos dos veces al año para que revise su peso y condición corporal. “Él descartará patologías relacionadas con el sobrepeso, determinará la ración diaria que debe consumir para evitar sobrealimentarla, según su estado fisiológico (cachorro, adulto, anciano, gestante), actividad física y peso ideal, y por último, recomendará un plan alimenticio y de ejercicio de manera individualiza

Buena nutrición

Existen alimentos procesados de alta calidad formulados científicamente para mascotas dependiendo de la etapa de vida en la que se encuentren. “En lo particular, y en la mayoría de los casos, recomiendo dietas naturales debidamente balanceadas, según los requerimientos nutricionales de cada mascota y sabiendo qué cantidades de nutrientes esenciales necesita para hacer que su organismo funcione normalmente, enseñando al tutor lo que le puede preparar en casa y refuerce el vínculo con su mascota”, dice.

Estas dietas se basan principalmente en proteínas de origen animal (carnes rojas y blancas y pocas vísceras como hígado y corazón); carbohidratos: arroz integral, papa cocinada sin cáscara o camote; grasas: Omega 3 presente en el aceite de pescado; vegetales y frutas (excepto las prohibidas), fuente de vitaminas y minerales.

Mucho movimiento

En el caso de los gatos, existe gran variedad de juguetes como plumas sintéticas o cintas, cualquier objeto en movimiento les llamará la atención e irán por él. Lo recomendable es ejercitarlos al menos 30 minutos diariamente. E incluso, para estimular que se muevan, se sugiere elevar sus platos de comida sobre taburetes, repisas o mesas, para que de esta manera deban movilizarse.

Mucho ejercicio

Es útil crear una rutina, algo que el perro identifique y se acostumbre a hacer todos los días, por ejemplo, salir a caminatas a ritmo moderado y a horas determinadas, basta con una hora diaria fraccionada en dos o tres salidas, evitando horas pico de calor, por lo que se recomiendan las primeras horas de la mañana, tarde cuando se oculta el sol, y noche.

Hay ejercicios que pueden incluir juegos con pelotas para que corran detrás de ellas y las lleven de regreso; natación, por si gustan del agua o trotes a ritmo lento junto a sus dueños si van en una bicicleta, sobre todo para los perros más atléticos y que no tengan dificultad para respirar o intolerancia al ejercicio, previo chequeo cardiológico.

Extras

Como extras, así como sazonamos una ensalada, se puede variar agregando a cada ración de comida pequeñas cantidades de: especias naturales como cúrcuma, semillas como chía y linaza, gel de sábila, miel de abeja (excepto en cachorros), aceite de coco, aceite de oliva y huevos semicocinados incluyendo las cáscaras trituradas, como fuente de calcio; todo esto de forma alterna y no a la vez, de manera que la mezcla de sabores sea atrayente y no monótona para las mascotas, así como saludable.

En el mercado también existen dietas formuladas y listas para comer, a base de carnes, vegetales e infusiones de hierbas, sin aditivos ni colorantes artificiales, que se pueden administrar crudas o semicocidas. No olvidar proporcionarle en todo momento agua fresca.