Si hacemos una encuesta sobre Navidad, el país se dividiría por la mitad: un 50 por ciento con sentimientos positivos y el restante, quizás, con situaciones negativas.  Algunos dirían que les recuerda la pobreza de su niñez; otros, que la importancia religiosa ha sido superada por los intereses comerciales. 

Los solitarios se sienten más aislados y los 'no amados' más despojados que de costumbre. Así también, las personas sin hogar seguramente se sienten olvidadas y sin esperanza.

La otra mitad hablaría de unión, familia e hijos. Para aquellos que viven en familias felices, que cuentan con sustento económico y no padecen ninguna enfermedad, puede ser mágico, con un sentido vital de pertenencia y de ser valorado.

"La depresión, el bajo estado de ánimo y otras condiciones de salud mental no desaparecen mágicamente tan pronto como llega Navidad; es más, muchos fingen en esta época y es sinónimo de que necesitan ayuda", dice Arelis Villacís, catedrática y psicóloga clínica, quien menciona que el estigma hacia aquellos que luchan por entrar en el espíritu festivo puede hacer que esas experiencias se sientan aún más aisladas de lo habitual, especialmente cuando los amigos y los miembros de la familia te están diciendo que "anímate" y "sé feliz".

Según Villacís, existe evidencia científica de que la autolesión deliberada, más común entre las mujeres, disminuye en el período previo y durante el período navideño. La explicación de esto -dice- reside en el papel central que juega la mujer en los preparativos de la Navidad, papel que está marcado por la preocupación por los demás y por un sentimiento recíproco de ser valorada

Añade que, incluso, para las familias más unidas, estas 'largas vacaciones' pueden, a veces, ser un deber, especialmente porque existe una "presión imperiosa para estar cómodos y cariñosos con un espacio personal muy escaso". Y se va perdiendo la 'magia' del día.

Sin embargo, la Navidad no tiene por qué ser una época difícil, al menos para la mayoría de las personas. "Un poco de planificación anticipada puede reducir significativamente las tribulaciones de perder espacio personal y puede transformarlo en un momento de reflexión y renovación", dice Camilo Torres, psicólogo clínico quiteño.

Pero también dice que es difícil por otra gran razón: la disparidad entre lo que esperamos que sea la Navidad y lo que realmente es. "Para las personas que se sienten particularmente solas, la imagen de una 'Navidad perfecta' con amigos y familiares puede hacer que se sientan aún más solos, especialmente si no pueden ver a su familia debido a las restricciones de COVID-19", explica.

Añade que en términos prácticos, un paseo por el campo o una visita a amigos durante unos días puede aliviar la tensión de estar en un ambiente intenso o asfixiante, incluso si estamos con los que amamos. "Muchos usan el poder transformador de los eventos trágicos para hacer un balance de sus vidas en este momento mientras buscan poderes superiores e imágenes de inocencia en busca de consuelo", agrega Torres.

Ambos profesionales consultados por EXTRA sostienen que debemos cuidarnos a nosotros mismos, mental, física y espiritualmente, entonces desde ahí tener la energía para ofrecer también apoyo a aquellos que son menos afortunados que nosotros en los próximos meses. "Que tengan una Navidad tranquila, tranquila y feliz. Haciendo el bien a los demás", concluye Torres.

Qué hacer para retomar el 'espíritu' navideño