Primero por el terremoto que nos sacudió hace un par de semanas y luego por ‘el tsunami’ que llegó hasta su hogar, en alguna avenida del suburbio de Guayaquil. Reina no podía con sus nervios. Fueron segundos de horror. ¡Un tsunami en el suburbio! ¿Cómo podría aquello ser posible? Geovanny trataba de calmarla. "

¡Qué tsunami ni que nada!", se dijo con algo de lógica. Era obvio que un desastre de esa índole no podía afectar a la Perla desde ese punto. Entonces, ¿qué pasaba?, ¿Por qué había tanta agua derramada? Recordaron de inmediato que el día anterior la casa de a lado ubicó un gigantesco tanque elevado en una estructura de cemento recién construida. 

El remezón hizo que colapse el soporte y que el dantesco recipiente lleno de agua caiga e inunde todo, y con todo me refiero a la casa y a los miedos de la doña. El día gris que vivimos el 16 quedó para la historia, así como el falso tsunami en el suburbio.