Exclusivo
Mis Historias Urbanas
Exclusivo
Mis Historias Urbanas: El Poema
Si tienes alguna historia escribe a moncadab@granasa.com.ec o llama al 042201100, ext. 2099.
11 de febrero, 2018
Cuando el amor llama a la puerta las palabras fluyen y no hace falta apropiarme de la historia entonces. Es mejor que el mismo Alfredo González se las cuente. Y suerte en la misión, que atrapar un corazón no es fácil.
"Él la descubrió detrás del mostrador de un cyber. Quedó encantado desde el primer momento con su atención, su sonrisa y su belleza. Ahora bien, ¿cómo le diría? que la ve como un vendaval de sensaciones y emociones… ¿que aquel rayado corazón ha despertado nuevamente por su inspiración…? ¿Cómo expresar que desea su amistad sin apresurarse a la ventura?
Ya está, lo pensó él, le preguntaré su nombre y luego le comentaré si le gustan los poemas, y aunque modernamente ya nadie se percata en los detalles, sean estos agradables saludos o ricos chocolates, insistiré a intercambiarlos por el deleite de su sonrisa, seguida de su fugaz mirada y su melódica voz.
Darán lugar a la cortesía y galantería, gestos apreciados por algunos y bien percibidos por pocos semejantes. Seré expresivo. Con sutileza le haré saber que ella me ha inspirado de nuevo, aunque para el actual tiempo tecnológico le parecería muy cursi un estribillo versado, pero no encuentro otra manera de evitar ser muy directo e indiscreto.
Luz bella, luciérnaga en mi camino, Inspiración para el poema, tu sonrisa, Susurro armónico, tu voz, bello himno, Silueta radiante y divina, Elegante escultura, musa de dioses, Támesis, hermoso caudal de pasiones, Hermosa humanidad, los contornos de tu cuerpo. ¿Mi anhelo?, que me acepte como su amigo y me haga cómplice de su tiempo libre.
O simplemente continuaremos con el truque de miradas y de su estimulante sonrisa; a ver qué depara el tiempo para aquella princesa y aquel. Alocado hombre. Labrador de rosales. Fugitivo del amor, Relámpago de estrellas fugaces, Eclipse de aventuras cotidianos. De don gallardo. Oasis reservado e inmerso fatuo orbe".
Ya está, lo pensó él, le preguntaré su nombre y luego le comentaré si le gustan los poemas, y aunque modernamente ya nadie se percata en los detalles, sean estos agradables saludos o ricos chocolates, insistiré a intercambiarlos por el deleite de su sonrisa, seguida de su fugaz mirada y su melódica voz.
Darán lugar a la cortesía y galantería, gestos apreciados por algunos y bien percibidos por pocos semejantes. Seré expresivo. Con sutileza le haré saber que ella me ha inspirado de nuevo, aunque para el actual tiempo tecnológico le parecería muy cursi un estribillo versado, pero no encuentro otra manera de evitar ser muy directo e indiscreto.
Luz bella, luciérnaga en mi camino, Inspiración para el poema, tu sonrisa, Susurro armónico, tu voz, bello himno, Silueta radiante y divina, Elegante escultura, musa de dioses, Támesis, hermoso caudal de pasiones, Hermosa humanidad, los contornos de tu cuerpo. ¿Mi anhelo?, que me acepte como su amigo y me haga cómplice de su tiempo libre.
O simplemente continuaremos con el truque de miradas y de su estimulante sonrisa; a ver qué depara el tiempo para aquella princesa y aquel. Alocado hombre. Labrador de rosales. Fugitivo del amor, Relámpago de estrellas fugaces, Eclipse de aventuras cotidianos. De don gallardo. Oasis reservado e inmerso fatuo orbe".