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Mis Historias Urbanas: Niño, no padre
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23 de septiembre, 2018
Tenían menos de un mes en el intento de un noviazgo. Se la ganó luego de confesarle que su novio, que era uno de los mejores amigos de él, la engañaba.
Hubo críticas, por supuesto. Y de las más duras. A ella la señalaron como "fácil"; a él, como "mal amigo". No les importó y continuaron con el idilio, hasta aquel día.
"Gordo, estoy embarazada de otro y no podemos seguir con esta relación", le dijo. Y con cada frase la vida se le escapaba de las manos. Lloraron juntos. No lo había engañado. El ex plantó semilla en su vientre. "Yo me hago cargo del bebé", ofreció el muchacho, desesperado y enamorado.
Ella no aceptó. No pudo. Sus padres la llevaron donde la familia del ex, otro muchacho de colegio que, lo primero que hizo al enterarse, fue pedirle que aborte. No lo hizo y lo obligó a hacerse cargo.
Llamó al novio y le pidió perdón. Por esas convicciones que nos meten en la cabeza, sentía que lo mejor era estar con el padre biológico del niño, aunque él no quiera.
"Nunca olvides que siempre te voy a querer. Y no me importa si estás con él. Estarás en mi corazón. Cuídate", se despidió con el alma rota el muchacho.
De eso han pasado cuatro años. Ella, al final, se separó de su pareja. En el fondo sabía que nunca iba a funcionar. Todavía extraña a aquel novio respetuoso con quien nunca intimó y de quien recuerda un amor puro.
"Gordo, estoy embarazada de otro y no podemos seguir con esta relación", le dijo. Y con cada frase la vida se le escapaba de las manos. Lloraron juntos. No lo había engañado. El ex plantó semilla en su vientre. "Yo me hago cargo del bebé", ofreció el muchacho, desesperado y enamorado.
Ella no aceptó. No pudo. Sus padres la llevaron donde la familia del ex, otro muchacho de colegio que, lo primero que hizo al enterarse, fue pedirle que aborte. No lo hizo y lo obligó a hacerse cargo.
Llamó al novio y le pidió perdón. Por esas convicciones que nos meten en la cabeza, sentía que lo mejor era estar con el padre biológico del niño, aunque él no quiera.
"Nunca olvides que siempre te voy a querer. Y no me importa si estás con él. Estarás en mi corazón. Cuídate", se despidió con el alma rota el muchacho.
De eso han pasado cuatro años. Ella, al final, se separó de su pareja. En el fondo sabía que nunca iba a funcionar. Todavía extraña a aquel novio respetuoso con quien nunca intimó y de quien recuerda un amor puro.